C.E.

MELILLA. Las fuerzas de seguridad marroquíes frustraron ayer el intento de saltar la valla de Melilla de un grupo de setenta inmigrantes subsaharianos, según informó la Delegación del Gobierno en la Ciudad Autónoma.

La nueva tentativa se produjo poco antes de las seis de la pasada madrugada en las inmediaciones del hito quince del perímetro fronterizo donde la valla aún no ha sido recrecida, sin que se produjeran heridos, según las fuentes. Los extranjeros no lograron alcanzar la zona vallada «debido al fuerte despliegue de la fuerzas de seguridad marroquíes» en las zonas aledañas al perímetro en territorio marroquí.

Según la Delegación del Gobierno en Melilla, la Guardia Civil «estuvo presente con un amplio despliegue en el perímetro fronterizo», que contó con el apoyo del helicóptero del Instituto Armado y fue «decisivo para detectar, localizar y disuadir del intento a los inmigrantes».

Volvieron sobre sus pasos

A diferencia de otras ocasiones, donde las tentativas de asalto habían cogido por sorpresa a los agentes, la de ayer estuvo condicionada por el despliegue de policías a un lado y otro del perímetro. Los candidatos al salto cambiaron de idea cuando vieron el número de funcionarios que aguardaban en torno a las fronteras.

Los inmigrantes huyeron hacia el interior de Marruecos, donde las fuerzas de seguridad de este país «realizaron una serie de detenciones», sin que fuera necesaria la intervención física de la Guardia Civil ni se tenga constancia de que haya habido «heridos ni incidentes de consideración».

La Delegación del Gobierno en Melilla – como una prueba más del idilio por el que pasa la relación con Rabat – destacó «la magnífica colaboración de las fuerzas de seguridad marroquíes».

El último intento de un grupo de inmigrantes de saltar la valla entre Melilla y Marruecos tuvo lugar el pasado 2 de octubre, cuando unos cuarenta extranjeros de origen subsahariano intentaron salvar este obstáculo fronterizo. Cinco de ellos resultaron heridos leves al caer en la zona intermedia de la sirga tridimensional, por lo que las autoridades españolas resolvieron su entrada en Melilla para prestarles asistencia médica.