Asturias, Alicante, Alcalá de Henares (Madrid), Alboraia (Valencia), Albacete, Gavá (Barcelona) y Sevilla son las ciudades en las que actuaba la banda desarticulada por miembros de la policía nacional de Castellón. El número de detenidos, como presuntos integrantes de la misma y a los que se les imputa los presuntos delitos de robo con fuerza, receptación, asociación ilícita y falsificación de documentos, asciende a 19, mientras que el valor de los objetos intervenidos, la mayoría móviles y joyas, alcanza los 270.000 euros, según los cálculos realizados por la policía. La operación Salera ha estado dirigida desde la comisaría de Castellón con la colaboración de agentes de Madrid, donde se realizaron varias detenciones y registros. La red cuenta con ramificaciones internacionales que todavía están bajo investigación con la colaboración de otras policías europeas.

La investigación se inició el pasado mes de julio al detectar un modus operandi que consistía en la entrada en centros comerciales a través de los conductos del aire acondicionado con el objeto de robar en los distintos comercios, preferentemente tiendas de telefonía móvil. De hecho, el centro comercial castellonense que ha dado nombre a la operación sufrió un robo de este tipo en una de sus joyerías. Las pesquisas dieron lugar al descubrimiento de una banda que estaba integrada por un ucraniano, albaneses y rumanos aunque, tal como señaló el subdelegado del Gobierno en Castellón, Juan María Calles, “se tiene la percepción de que en buena parte la documentación que estaban utilizando era falsa y todavía se está procediendo a comprobar la nacionalidad de cada uno de estos ciudadanos”. Al parecer, el grupo de albaneses ejecutaba los golpes, mientras que los rumanos se encargaban de seleccionar los objetivos y dar salida a los efectos robados, bien en el mercado negro nacional, o bien sacándolos de España para su posterior venta en Rumanía, según indicaron fuentes policiales. Las mismas fuentes destacaron lo “metódico” de su trabajo y la peligrosidad de los miembros de la banda “que no dudaron en utilizar la violencia para evitar ser detenidos”. Así, según Juan María Calles se ha conseguido anular uno de los grupos más activos dedicados a actividades delictivas.

De momento están arrestados 5 mujeres y 14 hombres tras la ejecución de ocho registros domiciliarios en Castellón y Madrid. Durante esta tarea han sido intervenidos alrededor de 76 teléfonos móviles, cámaras digitales, navegadores, dinero, joyas, vehículos, documentaciones falsas y un gran número de útiles para el robo.