LUIS DE VEGA. ENVIADO ESPECIAL

DAKAR. Seck Sarr tenía todo listo para que en la noche del 25 de septiembre zarpara desde las costas de San Luis de Senegal una expedición con unos 80 emigrantes clandestinos hacia Canarias. Horas antes, y gracias a un chivatazo, las Fuerzas de Seguridad pudieron frenar la salida del cayuco y detener al responsable de la organización, según confirmaron fuentes policiales senegalesas.

La operación, en la que se intervino la barca, el motor, centenares de litros de gasolina y una importante cantidad de dinero, fue llevada a cabo por la Gendarmería. Al igual que en otras ocasiones, los agentes se hicieron pasar por candidatos a emigrar a España para confirmar la información que, por medio de una llamada anónima, les había alertado de la preparación de la expedición.

Primero desplegaron sus efectivos en un conocido barrio de pescadores de la ciudad, donde lograron contactar con dos de los jóvenes senegaleses que iban a integrar el pasaje y que acabaron facilitando el número de teléfono móvil del mafioso. A continuación los agentes se pusieron en contacto con él y le dijeron que estaban interesados en emigrar a España en la piragua.

En plena madrugada cerraron una cita junto a la desembocadura del río Senegal, donde Seck Sarr acabó reconociendo que era el organizador de la expedición pero insistió en que aún no tenía la piragua. Los agentes tardaron aún unas horas en localizar la embarcación, el motor y más de 500 litros de gasolina. Por la mañana intervinieron 200 litros más en una gasolinera de la zona que había suministrado el combustible.

Seck Sarr quería hacer dinero rápido y fácil para mejorar la vida de los diez hijos que tiene con sus dos esposas, según relata la Prensa local.

Como ya informó ABC la semana pasada, la utilización de agentes de Policía y de la Gendarmería sin uniforme que se hacen pasar por emigrantes clandestinos está dando sus frutos en San Luis, la ciudad más importante del norte de Senegal y uno de los principales puntos de partida de los cayucos.