El Gobierno y el PP han recuperado la interlocución o, al menos, han celebrado ya una primera reunión para intentar cerrar un pacto de Estado en materia de inmigración.

El encuentro se produjo anteayer en una comida entre la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el portavoz popular en el Congreso, Eduardo Zaplana.

La propuesta de la vicepresidenta fue la de un acuerdo para afrontar entre todas las fuerzas políticas la inmigración ilegal. No puso ningún papel sobre la mesa, le transmitió las líneas generales de la posición del Ejecutivo y quedó a la disposición del PP para escuchar medidas a poner en marcha. Entre esas medidas conjuntas podría incluirse una reforma de la Ley de Extranjería con el objeto de hacer más eficaz la identificación de los inmigrantes ilegales para su posible repatriación.

Zaplana defendió las líneas apuntadas por Mariano Rajoy, que pasan por incluir en la reforma la prohibición expresa de nuevos procesos de regularización, además de reprochar a la vicepresidenta algunas actuaciones del Gobierno.

Ambos quedaron en otro encuentro y en intercambiar en el futuro papeles y propuestas. No obstante, ayer se escenificó en el Congreso el enfrentamiento sobre inmigración entre el Gobierno y el PP, ya que los socialistas rechazaron la propuesta del PP para crear una comisión mixta que aborde el problema. El propio Zaplana acusó en rueda de prensa al Gobierno de «querer un pacto de Estado que suponga un pacto de silencio».

Además de la inmigración, en la comida se abordaron otras propuestas legislativas en trámite en el Congreso y la próxima renovación de órganos constitucionales. Poco después de la comida hubo un acuerdo entre PSOE y PP sobre la Ley de Dependencia.

Las posiciones están muy lejos de acercarse en la Ley de Memoria Histórica, sobre la que el PP mantiene su enmienda de totalidad.

Fernández de la Vega y Zaplana trataron de la renovación de órganos constitucionales que debe abordarse ya como el Consejo General del Poder Judicial y el Consejo de RTVE. En ambos casos es preciso el acuerdo entre los dos grandes partidos, y en la reunión se avanzó el futuro intercambio de nombres y la metodología para proceder a esa renovación. No hablaron de la pendiente reforma constitucional porque el Gobierno quiere separarla lo más posible del anuncio de embarazo de Letizia, para no dar imagen de prisas.

La vicepresidenta primera concluyó ayer por la mañana con el portavoz de Coalición Canaria, Paulino Rivero, la ronda preparatoria con todos los grupos, con la inmigración como tema central, en la que Fernández de la Vega asume la interlocución que antes mantenía Alfredo Pérez Rubalcaba.

Para la próxima semana habrá nuevas reuniones con todos, ya de forma pública y con propuestas sobre la mesa. De la primera vuelta se deduce que la Ley de Memoria Histórica puede superar, casi con total seguridad, el primer escollo del debate de totalidad gracias a los votos favorables de CiU, PNV y Coalición Canaria, según fuentes del Gobierno.