PABLO ALCALÁ

LAS PALMAS. El Gobierno de Canarias se ratificó ayer en su afirmación de que unos 6.000 inmigrantes pondrán fin en los próximos días a los 40 días que la legislación española establece como periodo máximo de retención; el delegado del Gobierno en Canarias manifestó a ABC que se negaba «siquiera a desmentir esta u otra tontería que pueda decir cualquiera». La Policía asegura que Interior ha comenzado a fletar vuelos de cuatro en cuatro para afrontar la situación, y al mismo tiempo se resisten a confirmar la veracidad de un dato que «sólo está en manos de la Brigada de Extranjería y de la Delegación del Gobierno».

En cualquier caso, el baile de cifras en que se ha convertido el recuento horario de llegadas, derivaciones y repatriaciones arroja un dato basado en cifras reconocidas y ofrecidas en su día por la propia Delegación del Gobierno.

En los próximos cuatro días, el Ministerio de Interior deberá solucionar el destino inmediato de, al menos, 3.670 personas que permanecen retenidas en los centros canarios desde fechas comprendidas entre el 13 y el 17 de agosto del año en curso.

La cifra responde al número de personas llegadas a Canarias en las fechas mencionadas. El día 7, fecha en que se cumplía un año de la llegada de la primera embarcación tipo cayuco, comenzaba la cuenta de un agosto que dejaba un total de 10.500 personas en todo el mes.

Cuando todavía era noticia «176 inmigrantes llegados en 24 horas», se alcanzó la cifra récord de 15.000 «sin papeles» en total. Era el día 10 de agosto. En esta fecha, trascendía que el Gobierno había conseguido repatriar a 1.500 personas, que otros 9.000 deambulaban por siete ciudades peninsulares, y que 5.000 «desbordaban» los centros de retención que habrían de sufrir hasta seis ampliaciones.

Sobre cifras oficiales

Desde entonces hasta la fecha, y siempre según cifras admitidas por la Delegación del Gobierno, esos, u otros 5.000 que ya ocupaban plazas, habrían sido derivados a la Península: unos 4.000, o repatriados el resto, principalmente a Senegal. La cuenta restante arroja 11.000 personas más, de las que no ha sido facilitado el destino de unos 2.500, toda vez que la Delegación del Gobierno no ha hecho oficiales más que las cifras relatadas, y que admite la presencia de hasta 8.565.

Con la más generosa de las cuentas, basada en datos rigurosamente objetivos un total de 3.670 inmigrantes, como mínimo, terminarán en los próximos cuatro días su periodo máximo de retención.

La confirmación del aumento de vuelos diarios, evidencia que cerca de 4.000 personas serán derivadas a ciudades peninsulares en fechas próximas, toda vez que Senegal – cuyos agentes han identificado a unos 5.000 compatriotas – procura espaciar las repatriaciones admitidas, dejando con ello al Gobierno español con una opción única para cumplir con la ley: la derivación a la Península.

En los centros de internamiento «el estado de nerviosismo es mayor entre los inmigrantes» debido al conocimiento de las recientes repatriaciones. En los últimos cuatro días se han registrado hasta diez intentos de fuga.