MADRID. DV. El Gobierno no ve «fisuras» en el discurso de la Unión Europea ante el problema de la inmigración ilegal, cuya cara más visible la constituyen en este momento las avalanchas de personas sin papeles que padecen las islas Canarias. La número dos del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que entre los Veinticinco no hay «discrepancias esenciales» sobre las actuaciones futuras para controlar el fenómeno.

La vicepresidenta hizo esas consideraciones un día después de que mandatarios de Holanda, Alemania y Austria criticaran con acritud durante la Cumbre de Tampere sobre inmigración la política española en esa materia, en particular la regularización masiva de extranjeros que el Ejecutivo impulsó tras llegar al poder. Las críticas no fueron unánimes, pues la presidencia finlandesa de la UE propuso a los socios compartir la carga, pero dejaron claro que la petición española de ayuda no es bien recibida por todos.

Frente a esa evidencia, la vicepresidenta subrayó, tras la reunión del Consejo de Ministros, que «nuestros socios comparten diagnóstico y soluciones con nosotros, y no hay discrepancias esenciales en lo que se debe hacer. La UE comparte que estamos ante un problema europeo, que hay que establecer acuerdos de repatriación, reforzar la cooperación con los países de origen y hacer respetar la legalidad», añadió Fernández de la Vega, que anunció que «seguirán las identificaciones y las repatriaciones».

De la Vega atribuyó las críticas que tuvieron que escuchar en Tampere a que «nuestros socios no están en estos momentos sufriendo la presión como la sufrimos nosotros, y por tanto a veces sus prioridades no son exactamente las mismas». Planteó como un éxito el haber logrado que la inmigración sea «por primera vez en la historia» un asunto permanente en la agenda europea y destacó que uno de sus resultados prácticos es la creación del sistema europeo de vigilancia de fronteras (Frontex), que colabora en el control de la costa africana y en la identificación de los subsaharianos interceptados.

SIVE europeo

La número dos del Ejecutivo recalcó que la reunión de Tampere sirvió para dar a conocer la propuesta española sobre control de fronteras, que los Veinticinco debatirán en la cumbre que reunirá el 20 de octubre a los jefes de Estado y de Gobierno en la ciudad finlandesa de Lahti. También celebró que los ministros avanzaran en la posible implantación del Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE) europeo y de reforzar Frontex, cuyo presupuesto aumentará en 2007 de 1,5 a 285 millones de euros.

El próximo viernes Madrid acogerá una reunión de ministros de Exteriores de los ocho países que conforman la frontera sur de Europa. Buscarán soluciones a los problemas que comporta gestionar la frontera marítima, que hoy es la mas problemática a causa de las avalanchas de cayucos, pateras e incluso barcos negreros que las mafias usan para transportar a los inmigrantes hasta sus costas.

Para el Gobierno, uno de los elementos fundamentales a debatir es cómo hacer más eficaz la cooperación con los países de origen de los indocumentados. La semana que viene, aprobará la puesta en marcha de una campaña informativa destinada a la población de Senegal, sobre los riesgos de embarcarse en un viaje «incierto, ilegal y muy peligroso» por mar rumbo a Europa.

Senegal y el resto de países subsaharianos se beneficiarán del aumento del 38,5% del presupuesto del Estado para Ayuda Oficial al Desarrollo, que en 2007 será de 3.200 millones de euros.