El Ministerio del Interior tiene un acuerdo con el laboratorio tinerfeño González Santiago para detectar sólo cuatro enfermedades de los inmigrantes que llegan a la provincia de Santa Cruz de Tenerife a bordo de cayucos. El Gobierno está interesado en saber la analítica en relación a la sífilis, la hepatitis B y C, y el sida. EL MUNDO ha podido saber que, desde el pasado mes de marzo, este laboratorio ha realizado 10.947 análisis de sangre a los inmigrantes llegados a las islas de Tenerife, La Gomera y El Hierro. De ellos se desprende que el 25% de los ‘sin papeles’ padece algunas de estas graves enfermedades infectocontagiosas.

Así, 2.288 inmigrantes han dado resultado positivo en las pruebas de hepatitis B; 235, padecen hepatitis C; 158, están afectados de sífilis; y 68 tiene sida. Son datos que, según denuncia el Sindicato Unificado de Policía (SUP), «no se ponen en conocimiento de los agentes que prestan servicios en los centros de internamiento, porque prima más la intimidad del paciente que el riesgo de contagio».

El SUP critica que el concierto de Interior con estos laboratorios no incluya pruebas «para detectar el tifus, la fiebre amarilla, la fiebre por dengue, la fiebre de Ébola, la meningitis o la giardiasis [enfermedad diarréica]». Sin embargo, cuando los inmigrantes son llevados a centros hospitalarios porque así lo requiere su estado delicado de salud, el Servicio Canario de Salud realiza análisis más extensos, en los que se han detectado casos de sarna, tuberculosis, tifus y paludismo, según alerta este sindicato policial. De hecho, ya ha habido un caso de contagio de tifus a un agente en la comisaría sur de Las Américas. El policía afectado trabaja en los calabozos de esta comisaría, y en la actualidad está de baja «como consecuencia de las secuelas que arrastra tras el contagio de esta enfermedad».

En la madrugada de ayer, una patera con 24 inmigrantes magrebíes a bordo, cuatro de ellos menores de edad, alcanzó las costas de Lanzarote, donde fue interceptada por agentes de la Guardia Civil que la esperaron en tierra después de detectarla cuando estaba aún a unas dos millas y media. Todos ellos están en buen estado de salud.