M. NÚÑEZ, B. TORQUEMADA
BRUSELAS, MADRID. El presidente del PP ofreció ayer al Gobierno debatir las propuestas de su partido sobre inmigración ilegal «como base para trabajar» sobe un pacto y enmendar la deriva hacia el caos que presenta este problema. El líder de la oposición, que visitó Bruselas para entrevistarse, entre otros, con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, propuso que la política exterior de la UE, y dentro de ella las ayudas al desarrollo, se den prioritariamente a aquellos países que firmen los acuerdos de readmisión de inmigrantes irregulares.
Rajoy insistió en que «la lucha contra la inmigración ilegal es una competencia de los Estados pero, si en algún tema tiene que haber una política europea es éste y la Comisión le ha prestado atención pero tiene las competencias que tiene, por lo que es imprescindible trabajar para construir una verdadera política común europea de emigración». Entre las propuestas, que fueron muy bien acogidas por Barroso y en alguna medida ya están en marcha, planteó que la regularización de inmigrantes indocumentados debe hacerse con los mismos requisitos en todos los países de la UE y prohibir las regularizaciones masivas, como la que hizo el Gobierno español.
La visita levantó ampollas en el Ejecutivo, que la emprendió contra el líder de la oposición, labor que corrió a cargo de la vicepresidenta. La contestación no se atuvo estrictamente a lo expresado por Rajoy (la oferta para discutir las propuestas de los populares), sino que se centró en expresar su reproche por el hecho de que vaya a Bruselas a pedir una política de inmigración común en la UE y no defienda lo mismo en España mediante el diálogo con el Ejecutivo. «Según Rajoy, el Gobierno llega tarde para hablar con el PP sobre la política de inmigración. Decir eso después de ocho años en el poder, en fin, es cuanto menos sorprendente», dijo.
Sin que hoy por hoy el encuentro entre ambos partidos pase de mera hipótesis, quien sí tiene claro de que la inmigración merece un «pacto de Estado» es Coalición Canaria, partido que ayer desplegó una batería de iniciativas entre las que se cuenta el encuentro mantenido por el presidente del Gobierno de las Islas, Adán Martín, con un grupo de periodistas.
Tras advertir al Gobierno con un expresivo «cuidado con Canarias» de que la lealtad institucional de las Islas tiene como límite que el Estado y las demás Comunidades Autónomas asuman su «corresponsabilidad» en inmigración, Martín opinó que el Ejecutivo debería destinar más efectivos de la Armada al patrullaje marítimo con el fin de evitar que las embarcaciones de irregulares alcancen la costa. Sobre el despliegue diplomático en los países africanos dijo que llega «demasiado tarde»