IMPRESIONES

Amenazas de querella que delatan temor a la verdad

El Mundo, 21-09-2006

El subdelegado del Gobierno en Barcelona, Eduard Planells, concedió ayer una entrevista a TV3 en la que, admitió que, tal como adelantaba ayer este diario, recibió en su despacho oficial en dos ocasiones a un supuesto capo de la mafia rusa en Cataluña detenido en mayo de 2005 en el marco de una de las mayores operaciones policiales europeas asestadas a esa organización criminal.


El supuesto mafioso Malchas Tetruashvili pretendía que Planells le ayudara a regularizar a los trabajadores extranjeros a los que empleaba, y la Policía hace meses que investiga si el subdelegado recibió algún tipo de compensación por esas gestiones. Como parte de su argumentario defensivo, Planells amenazó con iniciar acciones legales contra EL MUNDO. Una actitud cada vez más habitual entre aquellos cargos públicos cuya gestión es puesta en tela de juicio a causa de conductas supuestamente irregulares.


No deja de sorprender actitudes como la de Planells que, a pesar de admitir que la información adelantada por este diario es cierta, no contiene en absoluto su impulso de matar al mensajero como si eso rebajara su eventual responsabilidad en los hechos. Este diario informaba ayer de que la Policía está investigando al subdelegado. No resulta fácil entender cuál es su problema si su conciencia está tranquila.


Antes de proceder contra la prensa, el subdelegado debería tener más presente su condición de servidor público y explicar con más detalle el tipo de relación que mantenía con Tetruashvili y con el que se ha revelado como su asesor, el ex conseller y diputado de CiU Antoni Fernández Teixidó.

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