ALMERIA. - Una veintena de inmigrantes consiguió huir el pasado martes tras una revuelta protagonizada por unas 100 personas que estaban hacinadas en un antiguo cocedero de mariscos del puerto de Almería. Cinco de los fugados fueron capturados por la Guardia Civil.

La oleada de sin papeles que han llegado a las costas almerienses en los últimos días ha dejado un balance de 35 embarcaciones y más de 353 inmigrantes, superando con creces la capacidad de acogida de la capital, que aparece desbordada.

El martes último, la situación de colapso en los calabozos de la Policía Nacional provocó que la Dirección General de la Guardia Civil improvisara un nuevo alojamiento en la zona pesquera del puerto de Almería, en concreto en un antiguo cocedero de mariscos. Se trata de una nave de apariencia ruinosa donde, como medida transitoria, se hacinaron más de 100 personas.

La tensión derivada de confinar en el viejo inmueble a un número tan elevado de personas se materializó en un motín. A las 15.00 horas, los retenidos empezaron a protestar y, a empujones, lograron forzar la puerta. Finalmente, al menos 20 consiguieron escapar, según fuentes policiales. De éstos, cinco fueron devueltos al recinto con la ayuda de algunos pescadores de la zona.

El secretismo reina en cuanto a la situación actual de los demás inmigrantes. Así, mientras que la Subdelegación del Gobierno afirmaba ayer por la mañana que estaban siendo alojados entre la Comisaría y el puerto de Almería para su identificación, este periódico pudo confirmar que en la zona portuaria no había ni rastro de ellos.

En este sentido, fuentes policiales informaron a EL MUNDO, que tras la revuelta, más de 100 sin papeles fueron trasladados al aeropuerto de la capital para ser alojados bajo fuertes medidas de seguridad a un hangar situado en las inmediaciones de la torre de control. Al cierre de esta edición se estimaba que había al menos 280 extranjeros en el aeródromo. Asimismo, se barajaba la posibilidad de enviar a un grupo de inmigrantes a Barcelona y otro a Valencia.

En cuanto a la nacionalidad de los extranjeros, la Subdelegación del Gobierno explicó que la mayoría procede de Argelia, aunque hay un considerable número de marroquíes. El Ejecutivo informó que ya han comenzado las repatriaciones a Marruecos, mientras que los argelinos están siendo enviados a los Centros de Internamiento para Extranjeros repartidos por toda la geografía española, ya que con Argelia no existe convenio de repatriación.

También ayer, la Guardia Civil interceptó en la costa de Cabo de Gata dos nuevas pateras con 20 inmigrantes a bordo.