Orihuela (Alicante)
La Policía Nacional ha detenido a diecinueve personas como integrantes de una banda especializada en el robo de vehículos y el asalto de viviendas con fuerza y violencia, en algunos casos con sus moradores dentro, en Murcia y Alicante, informaron hoy fuentes policiales.

Los arrestados, casi todos ellos de origen magrebí, actuaban sobre todo en la comarca alicantina de la Vega Baja y en las limítrofes de la región de Murcia y la Policía les atribuye la comisión de 30 hechos delictivos, al tiempo que ha recuperado cinco vehículos sustraídos.

La operación, denominada “Bomba”, se inició el pasado viernes y concluyó ayer con la detención de dieciséis hombres – dos argelinos y catorce marroquíes – y tres mujeres, dos de origen rumano y la otra española, todos ellos acusados de delitos de robo con fuerza, robo con violencia e intimidación, robo o hurto de uso de vehículos, falsificación de documentos y asociación ilícita.

Los agentes registraron cinco domicilios, dos en Albatera, otros tantos en Almoradí y el quinto en Callosa de Segura (Vega Baja) y se incautaron de los cinco coches robados, una pistola simulada, documentación falsa, 20 teléfonos móviles, joyas y herramientas supuestamente utilizadas para cometer los asaltos.

La investigación se inició hace dos meses por parte de la comisaría de Orihuela, después de detectar robos en poblaciones cercanas a esta ciudad, como Cox, Albatera, Callosa o Granja de Rocamora.

Según la Policía, los integrantes de esta red robaban vehículos en la calle, en concesionarios o en garajes particulares para cometer otros actos delictivos y abandonarlos con posterioridad.

Así, se desplazaban a lugares que habían construido para guardar armas, herramientas y prendas de camuflaje como pasamontañas, guantes y ropa oscura y ligera y de ahí a las casas que habían seleccionado otros miembros de la banda para robar en ellas.

El pasado viernes se produjo un robo en una empresa de la localidad murciana de San Javier y la noche anterior seis robos en viviendas con sus moradores dentro, cuatro de ellos en la pedanía oriolana de La Murada y otros dos en la de La Matanza, así como un robo con intimidación en una vivienda del polígono de Catral.

La Policía también les responsabiliza de un robo con fuerza en un concesionario en La Murada y otro en una vivienda de Arguaza en la que los ladrones robaron joyas y un coche.

Aunque los agentes establecieron controles para tratar de arrestar a los delincuentes, estos embistieron en dos ocasiones los coches patrulla con riesgo para la vida de los policías.

Dada la gran violencia que empleaban, la comisaría de Orihuela solicitó la colaboración del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (GRECO) de Levante, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Madrid y la brigada provincial de esta última en Alicante.

Así, el pasado viernes fue detenido uno de los supuestos responsables del grupo y otras cuatro personas, lo que desencadenó la operación.

Con este servicio, la Policía, que no descarta nuevas detenciones, da por desarticulado un grupo organizado que “había generado cierta inseguridad y preocupación en las poblaciones afectadas de Alicante y Murcia”, según las mismas fuentes.