La travesía naufragó en la comisaría

Un inmigrante muere en extrañas circunstancias en dependencias policiales canarias. El juez investiga si se desatendió a un senegalés que murió el sábado de una parada cardiorrespiratoria en una comisaría, horas después de llegar en cayuco a Tenerife

La Vanguardia, 18-09-2006

SILVIA FERNÁNDEZ – LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Un inmigrante senegalés falleció la noche del sábado en la comisaría de Las Américas (sur de Tenerife) por parada cardiorrespiratoria, pocas horas después de haber llegado a la costa canaria a bordo de un cayuco. Al parecer, el joven comenzó a sentirse mal en la comisaría mientras los agentes llevaban a cabo las labores de identificación. El Centro Coordinador de Emergencias (Cecoe) confirmó ayer que a las 21 horas la comisaría solicitó una ambulancia para que atendiera a dos personas que tenían fiebre, vómitos y dolor abdominal pero que al no ir en ella un médico no se la dejó entrar. A los cinco minutos, según las mismas fuentes, los agentes volvieron a llamar diciendo que uno de los enfermos se estaba muriendo: los sanitarios ya encontraron al hombre clínicamente muerto y las tareas de reanimación fueron inútiles.

La muerte de este hombre provocó una revuelta de los inmigrantes que se encontraban en la comisaría al considerar que no se había hecho lo suficiente para salvarle la vida. “Comenzaron a ponerse nerviosos y empezaron a gritar y a hacer ruido. Fue un momento de tensión”, señaló el secretario general de Canarias de la Confederación Española de Policía, Agustín Brito. La tensa situación obligó a pedir refuerzos. La misma noche del sábado otras 30 personas también tuvieron que ser atendidas al encontrarse mal; de hecho, unas horas antes de la muerte del joven senegalés ya se había trasladado a un hospital a otros dos subsaharianos que tenían los mismos síntomas: vómitos, dolores y fiebre.

El juzgado número 5 de Arona ha abierto una investigación para aclarar las causas del fallecimiento y si se hizo todo lo posible por salvarle la vida. La Delegación del Gobierno afirmó que la atención del enfermó fue la correcta y negó que se hubiera producido ninguna revuelta, hecho confirmado tanto por el Cecoe como por el citado sindicato policial.

Brito denunció ayer el “pésimo servicio sanitario” que se dispensa a los inmigrantes que llegan a las costas canarias debido a la falta de médicos. Según explicó, cuando un cayuco llega a Canarias, “aparte de un zumo y de tres galletas y de curarles las quemaduras, no se ofrece más atención sanitaria a los inmigrantes”. “Tienen que estar tirados en el suelo a punto de morir para que se les atienda en un hospital”, aseguró ayer Brito, quien consideró que la muerte de ayer “no era de extrañar” por el estado en que habían llegado los inmigrantes de esta patera.

“Los policías hicieron un buen trabajo. Ellos tienen que hacer de sanitarios, de médicos, de psicólogos…, pero es que sólo son tres para casi 1.200 personas y así, no damos abasto”, indicó Brito. La investigación del caso deberá aclarar cuál fue la atención médica que recibió el fallecido y si la atención de los sanitarios se pidió desde la comisaría a tiempo o demasiado tarde.

El fallecido llegó a Tenerife el sábado en una embarcación junto a otros 56 inmigrantes, uno de los cuales murió poco antes de llegar a tierra. Además, cuatro de ellos tuvieron que ser hospitalizados por deshidratación grave e hipotermia – uno sufrió una crisis convulsiva- y otros 20 necesitaron atención médica.

Por otro lado, seis pateras arribaron ayer a las costas españolas, con 253 inmigrantes. Tres de las embarcaciones arribaron a Canarias con 130 irregulares; dos llegaron a Granada con 65 y 33 marroquíes, respectivamente, y la quinta arribó a Ceuta con 18 inmigrantes, en su mayoría hindúes. En el caso de Canarias, ninguna de las embarcaciones fue detectada por los servicios de vigilancia (Guardia Civil, Salvamento Marítimo o la Armada), lo que originó que los ocupantes de dos de los tres barcos pudieran escapar tras llegar a tierra.

Las labores de búsqueda permitieron localizar a la mayoría de los inmigrantes. La primera de las embarcaciones arribó a la playa de Maspalomas (Gran Canaria), con 17 personas de origen subsahariano; una segunda llegó un poco más tarde a Castillo del Romeral, con unas 17 personas, entre ellas siete menores de edad y una mujer. La tercera fue remolcada al puerto de Santa Cruz de Tenerife, con 104 inmigrantes.

En cuanto a los 160 inmigrantes asiáticos que llegaron el jueves a Tenerife a bordo de un barco negrero, el Al-Mari,seguían ayer en la nave industrial habilitada en el puerto de Santa Cruz de Tenerife a la espera de que se formalice su repatriación. El titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró ayer que España seguía haciendo todas las gestiones diplomáticas con las autoridades de Islamabad y los representantes de la embajada pakistaní en Madrid para verificar que los irregulares proceden de Pakistán.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)