Un pacto necesario

JULIA NAVARRO

LA vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega ha lanzado un guante al PP: suscribir un pacto nacional por la Inmigración. Ahora la pelota está en el tejado de los populares y, dicho sea de paso, ya era hora que desde el Gobierno se diera este paso. La inmigración se ha convertido en un problema poliédrico para todos los países de la UE, de manera que la respuesta al fenómeno migratorio tiene que ser, por una parte, con medidas comunes a todos los países.
Es absurdo que para entrar en España inmigrantes de determinados países no necesiten visado y para entrar en Alemania sí, porque lo que sucede es que como ya no hay fronteras en la Unión, el que quiere llegar a Alemania tanto le da pasar primero por España. De manera que los países de la UE deberían poner su legislación a la misma hora.

Luego está la respuesta que cada país de al fenómeno migratorio. Desde el PP se ha criticado al Gobierno por la regularización de inmigrantes llevada a cabo. En mi opinión, estas criticas del PP son cuanto menos demagógicas e hipócritas. Resulta que con los gobiernos del PP llegaban inmigrantes día sí y día no, sin que fueran capaces de hacer frente al fenómeno, y esos inmigrantes se iban quedando en nuestro país en situación irregular.

El Gobierno lo que ha hecho es que cerca de seiscientos mil inmigrantes que ya estaban en nuestro país y que estaban trabajando, hayan regularizado su situación, coticen a la Seguridad Social y adquieran todos sus derechos ciudadanos. Decir que eso ha supuesto crear un “efecto llamada” es faltar a la verdad, porque esos inmigrantes ya estaban aquí.

El “efecto llamada” lo produce el saber que una vez que se pisa suelo español no pasa nada por quedarse de manera irregular. Es decir, que no hay expulsiones o éstas son tan insignificantes que quienes prueban suerte para llegar a España saben que tienen el 99% de posibilidades de quedarse, aunque la policía les detenga y compruebe que no tienen papeles. Pero eso ya pasaba con el PP.

También hay que decir que el Gobierno ha hecho bastante demagogia con el tema de la inmigración a fuerza de querer ser políticamente correcto, y ahora se encuentra con que la opinión pública empieza a percibir la inmigración como el principal problema.