Inmigrantes: ¡fuera palabras!

Las Provincias, 11-09-2006

Ya está bien, señores del Gobierno, sus actuaciones con los inmigrantes raya la tomadura de pelo; y lo peor no es que se nos tome el pelo a los ciudadanos, lo peor, muchísimo peor, es el sistemático maltrato para con los inmigrantes, un trato que linda con la violación permanente de los derechos humanos. ¡Fuera palabras!


Todo el mundo sabe, con la excepción de los sectarios que nada quieren saber para no tener que pensar, que los inmigrantes ilegales reciben una orden de expulsión que va a ser muy difícil, por no decir imposible, que se cumpla. Luego, y es consecuencia, todo el mundo sabe, menos los sectarios, que esos inmigrantes ilegales van a pasar hambre y frío; van a estar a merced de los
empresarios negreros
que por una miseria les harán trabajar de sol a sol; también a merced de
propietarios buitres
que por un palmo de suelo les cobran un alquiler más propio de un hotel de cinco estrellas que de un mísero piso. Eso todo el mundo lo sabe, y aún sería mucho peor y no lo es gracias a la existencia de ONG humanitarias. Y el Gobierno erre que erre…, palabras, palabras, palabras.


Me da lo mismo de quién sea la responsabilidad de la llegada de cientos. Varios cientos, de inmigrantes en cayucos –también muertos, decenas, algo que no debe olvidarse–; me da lo mismo si el fenómeno responde a lo que se ha dado llamar
efecto llamada
. Pero finiquitar el tema, por decirlo de algún modo, con una cara seria y diciendo: España no va a permitir la entrada de inmigrantes ilegales, sin papeles ni contratos, y… ¡solucionado el tema!, me parece una tomadura de pelo de tal calibre que prefiero no decirlo. ¡Fuera palabras!


Hay que hacer algo en serio. Y hay que hacerlo por respeto a los ciudadanos españoles y por respeto a los inmigrantes que llegan buscando dignidad, libertad, trabajo. ¿Qué? No lo sé, pero las tripas se me revuelven cada vez que oigo palabras, palabras y palabras. Dentro de mí escucho otras palabras: derechos humanos, justicia, dignidad, leyes, responsabilidad, etc. Yo oigo esas palabras, pero los que gobiernan ¿las oyen?


Lo que no he visto son manifestaciones con pancartas exigiendo actuaciones del Gobierno y respeto a los derechos humanos. Yo no las he visto, ¿ustedes?

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