El presidente de Senegal acusó ayer al Gobierno español de no cumplir sus compromisos en materia de inmigración, mientras el ministro del Interior francés, Nikolas Sarkozy, daba otro varapalo a la política de Zapatero y le advertía de que no se puede regularizar extranjeros sin consultar a sus socios para luego pedir socorro. “Debemos ayudar a los españoles, que son nuestros amigos, pero que nunca un país en Europa asuma la responsabilidad de regularizaciones masivas sin pedir la opinión de sus socios”. Esta es la advertencia que lanzó el ministro del Interior galo y aspirante a la presidencia de la República Francesa, Nikolas Sarkozy, quien criticó duramente la reciente regularización de cientos de miles de
sin papeles
en España por parte del Gobierno socialista. Por si fuera poco, las críticas llegaron también desde el sur. El presidente senegalés, Abdoulaye Wade, aseguró ayer que Madrid no cumple sus compromisos en el acuerdo bilateral para frenar la inmigración ilegal.


Refuerzo de la vigilancia

Abdoulaye Wade dijo que España “no ha hecho nada” de lo que se había comprometido a hacer en virtud del acuerdo de cooperación firmado entre ambos países para controlar la salida de emigrantes ilegales con dirección a territorio español, según informó el diario senegalés
Le Soleil.
Precisamente ayer se reunieron en Madrid el ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba y su homólogo senegales, Ousmane Ngom, quien se comprometió a que Senegal aceptará a todos los repatriados y reforzará la vigilancia de sus costas con aviones españoles.


La reunión entre Ousmane Ngom y Rubalcaba tuvo lugar horas después de que este último culpara también –en una entrevista a una agencia senegalesa– a las leyes españolas de estimular la inmigración ilegal. “La legislación española permite que los inmigrantes clandestinos, tras permanecer 40 días en los centros de acogida, sean repatriados o liberados en territorio español”, aseguró el ministro, quien dijo que “ello constituye un estímulo a la emigración”.