Max von Sydow y Matt Dillon recibirán los Premios Donostia

La actriz Jeanne Moreau presidirá un jurado en el que figuran el escritor José Saramago y la directora Isabel Coixet

El Correo, 09-09-2006

A Max von Sydow y Matt Dillon les separan cuarenta años. Les une su carisma en pantalla, la falta de prejuicios para aceptar papeles en producciones independientes y una vocación de director que ha cristalizado en un único largometraje. Los dos recibirán sendos Premios Donostia este año por una amplia filmografía todavía sin concluir. El Zinemaldia ha tirado la casa por la ventana con el jurado, presidido por la actriz y musa de la ‘nouvelle vague’ Jeanne Moreau. Decidirán la Concha de Oro, entre otros, el escritor José Saramago y la directora Isabel Coixet.

Nadie puede objetar la concesión del galardón al intérprete sueco, rostro imprescindible en las películas de Ingmar Bergman: ‘El séptimo sello’, ‘Fresas salvajes’, ‘El rostro’, ‘El manantial de la doncella’, ‘Los comulgantes’ Von Sydow, un niño tímido que vio en la interpretación la ocasión de superar sus problemas de comunicación, inició una carrera internacional en 1965 al interpretar a Jesucristo en ‘La historia más grande jamás contada’.

El padre Merrin de ‘El exorcista’ permanece como el personaje más recordado de un actor que nunca ha ganado un Oscar. Tan pronto trabaja con Tavernier y Woody Allen, como acepta una colaboración de lujo en una superproducción. Sus últimos trabajos demuestran la libertad con la que concibe su oficio: Spielberg le reclamó para ‘Minority Report’, y de ahí salto a ’L’Inchiesta’, una ignota cinta italiana aún sin estrenar.

Más facilona aparece la Concha de Oro para Matt Dillon, que en los noventa reflotó una carrera estancada tras erigirse en los ochenta como el miembro más destacado del ‘brat pack’, el grupo de jóvenes actores descubiertos por Francis Ford Coppola, entre otros, Tom Cruise, Rob Lowe y Emilio Estévez. Cuando Dillon rodó ‘Rebeldes’ y ‘La ley de la calle’ todavía no había cumplido veinte años, y ya parecía el miembro más maduro de aquel ‘hatajo de mocosos’.

Su empeño en los ochenta por desencasillarse de los papeles de inadaptado con mirada de James Dean fructificó en 1989, cuando Gus Van Sant le convirtió en el heroinómano de ‘Drugstore Cowboy’. Matt Dillon dejó de ser visto como un rebelde de póster y le reclamó la plana mayor del cine independiente. Tuvieron que ser los hermanos Farrelly quienes demostraran al mundo que podía reírse de sí mismo en la taquillera ‘Algo pasa con Mary’.

Neoyorquino de pro, solterón, fan del son cubano y viajero impenitente por el sur de Asia, Matt Dillon se permite en los últimos tiempos el lujo de dirigir en Camboya un atmosférico ‘thriller’ escrito junto al escritor Barry Gifford, ‘La ciudad de los fantasmas’, encarnar a Bukowski en la recién estrenada ‘Factotum’ y aspirar al Oscar por su policía racista de ‘Crash’.

San Sebastián también desveló ayer la cinta que inaugurará una edición marcada por el oportuno ciclo Emigrantes. El británico Nick Broomfield mezcla documental y ficción en ‘Ghosts’, basada en la tragedia de 23 inmigrantes ilegales chinos ahogados en la costa norte de Inglaterra mientras recogían marisco. Para la clausura podrían aparecer John Travolta y Salma Hayek, las estrellas de ‘Lonely Hearts’. El filme recrea las andanzas reales de los ‘asesinos de corazones solitarios’, una pareja de criminales en la América de los años 40.

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