Senegal alega que las leyes españolas fomentan la ola de cayucos

El Mundo, 09-09-2006

El presidente africano acusa al Gobierno de no abonar ocho millones de euros comprometidos – Rubalcaba no descarta endurecer la normativa con el consenso de los grupos parlamentarios El ministro del Interior de Senegal, Ousmane Ngom, considera que la Ley de Extranjería vigente en España constituye un estímulo a la emigración ilegal. «La legislación española permite que los inmigrantes clandestinos, tras permanecer 40 días en los centros de acogida, sean repatriados o liberados en territorio español», manifestó el ministro senegalés.


En su opinión, este mecanismo constituye «un estímulo a la emigración», según una entrevista difundida ayer por la Agencia de Prensa Senegalesa. Tras la reunión que mantuvo con Ngom, su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba, sugirió ayer la posibilidad de endurecer la Ley de Extranjería. Sigue en


Rubalcaba no descartó reformar en un futuro la Ley de Extranjería y se remitió ayer a los contactos que va a mantener la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, con los grupos parlamentarios porque «la modificación de una ley, lo que necesita es consenso político y social».


El titular de Interior senegalés realizó ayer un viaje relámpago a España y mantuvo una tarde maratoniana en la que se reunió primero con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa y, posteriormente, con el ministro del Interior español. Tras los encuentros mantenidos, Rubalcaba y su homólogo celebraron una rueda de prensa conjunta en la que el dirigente senegalés no paró de alabar la excelente cooperación existente con el Gobierno español.


Sin embargo, momentos antes de la entrevista, tanto él como el presidente de Senegal se dedicaron a caldear el ambiente y a realizar polémicas declaraciones en la que el Gobierno español no quedaba en posición nada halagüeña.


Primero, Ousmane Ngom acusaba a la normativa española de alentar la emigración clandestina. Después, el jefe de Estado de Senegal, Abdoulaye Wade, arremetía contra el Ejecutivo de Zapatero y le acusaba «de no haber hecho nada» de lo que se había comprometido tras el acuerdo de cooperación suscrito entre ambos países para controlar la salida de cayucos.


Incumplir compromisos


«De todo lo que habían prometido, no se ha hecho nada», aseguró Wade desde Berlín. También destacó, en un diario senegalés, que las autoridades españolas están tardando en abonar el importe de ocho millones de euros que habían prometido a su país en el marco del acuerdo.


Sin embargo, ninguno de estos reproches se escuchó luego en la sede del Ministerio del Interior. Es más, todo fueron parabienes y ambos gobiernos parecían atravesar una luna de miel. La cooperación es tan intensa que Ousmane Ngom aseguró que Zapatero le había comentado que incluso parecían del mismo Gobierno: «Estamos en contacto permanente e incluso a veces nos despertamos a altas horas de la noche», destacó el mandatario africano.


Según informó Rubalcaba, el encuentro sirvió para repasar el funcionamiento de las patrullas conjuntas que están empezando a trabajar en aguas senegalesas. Por el momento, ya está vigilando este litoral africano la patrullera de la Guardia Civil Río Cabriel y hay otra que va en camino. Además, se encuentran un barco italiano, un helicóptero español y otros dos aviones europeos. En los próximos días, este operativo se reforzará con medios aéreos, ya que España mandará varios aviones y pilotos que se dedicarán a formar a los aviadores senegaleses.


Sin embargo, el dirigente africano también mostró su escepticismo hacia el tan publicitado dispositivo de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) para luchar contra la inmigración ilegal: «Nosotros no conocemos el Frontex. España se apoya en el Frontex, que no es un dispositivo tan eficaz y tan rápido como lo son los medios españoles», zanjó Ousmane Ngom.


También destacó que la misión policial que está trabajando en Canarias ya ha identificado a cientos de inmigrantes senegaleses que serán expulsados en los próximos días, si bien no precisó la fecha en la que se reactivarán las repatriaciones. Ngom tampoco quiso recordar ayer el triste episodio de la primera expulsión de sus compatriotas a Senegal, quienes viajaron esposados y engañados. Fue entonces cuando el país africano acusó a España de maltratar y mentir al primer grupo de 100 inmigrantes deportado y suspendió bruscamente las admisiones. A pesar de este tropiezo, el dirigente senegalés se comprometió ayer a aceptar todas las repatriaciones de sus compatriotas.


Sin embargo, desde este incidente, las negociaciones con Senegal se han tornado sumamente difíciles y ha sido el país que más inconvenientes ha alegado para evitar las patrullas conjuntas. Senegal es una nación con una posición predominante en Africa y su presidente supone una referencia para todo el continente.


«Son mucho peores y más duros que los marroquíes o los mauritanos», aseguran fuentes que han participado en las conversaciones. Las mismas fuentes afirman que Senegal está exigiendo fuertes contrapartidas económicas a cambio de frenar la oleada masiva de cayucos.


El ministro senegalés insistió en la necesidad de crear programas de cooperación y dar alternativas a los jóvenes. Según anunció, su Gobierno ha puesto en marcha un plan de retorno a la agricultura para fomentar que los jóvenes permanezcan en sus lugares de origen.

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