madrid. El Gobierno central y el canario harán una propuesta conjunta a las comunidades autónomas en la próxima reunión del 18 de septiembre del Consejo Superior de Inmigración, para que acojan a parte de los menores inmigrantes que hay en las islas, que supera los 700.

Así lo señaló ayer el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, en su comparecencia en comisión, en el Congreso de los Diputados, en el que informó de la situación de la inmigración en España.

En el curso de esta comisión, la secretaria de Política Social y Bienestar del PP, Ana Pastor, descalificó la política de Caldera en materia de inmigración y dijo que su grupo pedirá la reprobación del ministro “inmediatamente”. Pastor espetó al ministro: “Váyase, señor Caldera”, y le reprochó que no diera la cara ante la mayor crisis migratoria ocurrida nunca" en España.

Caldera se refirió a los menores inmigrantes y señaló que el Gobierno central y el canario propondrán el traslado de parte de los menores a las CCAA, mediante fórmulas jurídicas, a efectos de que éstas asuman su protección o tutela, con la participación de su departamento ministerial, que se hará cargo de programas de atención y financiación.

El ministro, que no específico que cantidad de traslados se pueden plantear, dijo que Canarias tiene un límite para esta acogida, y añadió que quienes no puedan ser trasladados a las CCAA serán atendidos por ONG, aunque la tutela legal debe corresponder a las comunidades.

La consejera canaria de Empleo y Asuntos Sociales, Marisa Zamora, reveló ayer que el miércoles mantuvo una conversación telefónica con Caldera, en la que este le anunció que Canarias se quedará con un cupo de entre 250 y 300 menores. mientras que el resto, medio millar se distribuirá.

El portavoz de CC – NC y ex presidente canario, Román Rodríguez, manifestó que en el consejo de dentro de diez días “se va a retratar todo el mundo”, en alusión a la corresponsabilidad que las CCAA demostrarán con la situación de Canarias.

Caldera dijo que “no existe un efecto llamada, sino un efecto huida” y afirmó que la avalancha de cayucos a Canarias tiene más que ver con una crisis humanitaria que con el fenómeno de la inmigración.

El ministro señaló que la política de traslados a la península es “imprescindible” y negó que haya en España un millón y medio de irregulares y dijo que quienes se encuentran en esa situación “son pocos”.