El conseller d’Educació i Universitats, Joan Manuel del Pozo, rechaza las acusaciones de marginación en las aulas, mientras CiU critica el incremento del número de barracones para el curso que empieza El conseller d’Educació i Universitats de la Generalitat, Joan Manuel del Pozo, desoyó ayer las voces críticas que acusan a su Gobierno de marginar el castellano en la enseñanza catalana y aseguró que la Comunidad vive una etapa de «paz lingüística total». Afirmó, además, que el sistema de inmersión lingüística, que se aplica en Cataluña desde 1983, «quiere igual al catalán, al castellano, al inglés y a las otras lenguas».

El socialista Del Pozo, que recogió el testigo de la republicana Marta Cid cuando Esquerra abandonó el Govern, dijo también que «no es cierto» que, después de que su partido asumiera la dirección del Departamento, «se cambiara la dirección» de los criterios lingüísticos en las escuelas catalanas. «No hay voluntad de ir contra ninguna lengua, es mentira que el consejero del PSC sea más beligerante contra el castellano que la de ERC», reiteró.

Del Pozo también afirmó, pese a las críticas en ese sentido de numerosos padres, que «las familias que lo deseen pueden realizar el 100%» de la primera enseñanza «en castellano». También dijo que era falso que los niños de seis a ocho años cursen en castellano únicamente la asignatura de Lengua y Literatura Española, como ayer publicaba este diario, amparándose en que «cada centro tiene un proyecto lingüístico, y actúa en función de él».

Sin embargo, en las instrucciones para el curso escolar 2006 – 2007 enviadas por su Departamento a las escuelas, se aconseja «utilizar la lengua catalana, como lengua propia de Cataluña, normalmente como lengua vehicular y de aprendizaje en todas las actividades internas y externas de la comunidad educativa: las actividades orales y escritas, las exposiciones del profesorado, el material didáctico, los libros de texto y las actividades de aprendizaje y de evaluación han de ser en lengua catalana». Y se añade después: «Asimismo, las reuniones, los informes, las comunicaciones…tienen que ser también en lengua catalana».

El conseller pidió la «regeneración de la confianza en la paz lingüística de Cataluña», y criticó a «algunas personas que, en el legítimo uso de sus iniciativas privadas, pretenden encender algún tipo de hoguera, que nunca llegará a ser fuego». Fue la guinda a una comparecencia marcada por el espectacular aumento de los niños inmigrantes en los colegios catalanas, que Del Pozo cifró en un 600% en los últimos siete años. En total, 120.850 escolares inmigrantes empezarán el curso este año, un 11,7% del total.

Piqué: el PSC es «radical»

La mayoría de estos alumnos procede de América Central y del Sur (44,6%), seguidos de los que proceden del norte de Africa (27,1%) y de la Europa no comunitaria (10,2%). Sin embargo, pese a estas cifras, Del Pozo precisó que que el crecimiento ha ido «a la baja» desde el curso 2003 – 2004, cuando se registró el mayor incremento más importante, con la llegada de 22.565 nuevos alumnos.Este año, la cifra asciende a 14.000.

El presidente del PP catalán, Josep Piqué, también se refirió al tratamiento que se da al castellano en las escuelas catalanas.«Este es un tema que gestionaron en un principio los catalanistas de ERC, pero al final, a la hora de la verdad, quien ha tomado las medidas más radicales ha sido el PSC», aseguró el presidente popular. Piqué afirmó además que «José Montilla ya ha demostrado que es el más nacionalista de todos».

La diputada de CiU, Irene Rigau, se fijó en el incremento de los barracones usados como aulas para criticar la política educativa del Govern. Rigau aseguró ayer que el Ejecutivo convergente supo «planificar mejor» que el actual la política de construcciones escolares, ya que el bipartito termina su mandato con 150 módulos prefabricados más que los que había en 2003, cuando CiU dejó el gobierno.

Según Rigau, los 677 barracones con que empezará el nuevo curso contrastan con los 527 que había el curso 2003 – 2004, «teniendo en cuenta que fue el curso en que se registró el incremento más significativo de alumnos inmigrantes en las escuelas catalanas».

Para la diputada, esta diferencia demuestra que el actual Gobierno «ha incumplido sus promesas», ya que «en el Pacto del Tinell, se comprometió a eliminar los barracones de las escuelas catalanas».Además, detalló que si durante la época de CiU la existencia de los barracones estaba justificada por el aumento de alumnado en las aulas como consecuencia de la aplicación de la Logse, ahora «no tiene lógica» porque «incluso la inmigración crece a la baja con respecto al máximo que alcanzó en 2003».