LUIS AYLLÓN

MADRID. El Gobierno volvió ayer a lanzar el mensaje de que no está dispuesto a aceptar por más tiempo la inmigración irregular. Fue el propio José Luis Rodríguez Zapatero, quien subrayó la nueva postura del Ejecutivo, que ya había adelantado hace un par de días María Teresa Fernández de la Vega.

Como su vicepresidenta primera, el jefe del Ejecutivo aprovechó su encuentro con los embajadores españoles reunidos en Madrid para subrayar que, en lo que respecta a la inmigración irregular, no habrá tolerancia. Zapatero no dio ninguna idea de cómo piensa actuar, pero advirtió: «España valora la inmigración y necesita la inmigración vinculada al mercado laboral, pero no acepta ni aceptará inmigración clandestina ni ilegal».

Según Zapatero, ese tipo de inmigración es un fraude a los inmigrantes, a los trabajadores y, por supuesto, a lo que deben ser las reglas de convivencia en nuestro país».

El crecimiento económico atrae

Ante los 123 participantes en la IV Conferencia de Embajadores, a quienes recibió en el Palacio de la Moncloa, junto al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el jefe del Ejecutivo pronunció un discurso en el que señaló que nuestro país se ha convertido en un foco de atracción para los inmigrantes debido a su posición geográfica y al crecimiento económico experimentado y que lo va a seguir siendo en el futuro. Y añadió que ese crecimiento no hubiera sido posible sin la aportación de los inmigrantes.

En cualquier caso, indicó que la «gestión integral y adecuada del fenómeno migratorio es probablemente uno de los desafíos de mayor calado que nuestra generación deberá afrontar».

Zapatero señaló que, en consecuencia, son necesarias actuaciones a corto y largo plazo que dependen en gran medida de una buena red diplomática, y entre las que citó «la cooperación al desarrollo, la concertación con países de emisión y tránsito, el control fronterizo en estos países, la represión de las mafias y la canalización correcta de los flujos legales que España – dijo – va a seguir necesitando».

Después, el presidente del Gobierno insistió en lo que es una de sus principales preocupaciones en esta materia: lograr el apoyo de la Unión Europea para frenar la inmigración irregular. «Se debe asumir – señaló – que la cuestión de la inmigración, además, tiene una inequívoca dimensión europea. Los hechos son contundentes. Es quizás uno de los fenómenos de más calado, de más alcance que vivimos la mayoría de las sociedades de los países europeos».

Palabras de Don Juan Carlos

A la cena en el Palacio de Santa Cruz asistió «por sorpresa» Su Majestad el Rey, quien agradeció a los embajadores su «servicio, lealtad y trabajo» y afirmó que siempre serán «la punta de lanza» de España. Don Juan Carlos inició sus palabras pidiendo «perdón» por la «sorpresa» de su asistencia y al tiempo por la ausencia de la Reina Doña Sofía quien se encuentra fuera de Madrid. «Me la voy a cargar por no habérselo dicho pero ha sido una decisión de último momento», señaló entre las sonrisas de los asistentes.
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