pamplona. El envejecimiento de la población y la incorporación de las mujeres al mercado laboral han provocado un cambio en el modelo de familia. Tradicionalmente las hijas eran quienes asumían el cuidado de los padres, pero la extensión del trabajo femenino ha provocado una creciente necesidad de mano de obra en el servicio doméstico, labor que mayoritariamente cubre la población inmigrante.

En ese sentido el estudio Impacto de la inmigración en una sociedad que se transforma , asegura que en la Comunidad Foral existen cerca de 4.000 personas de origen extranjero, especialmente mujeres, que se ocupan de las diferentes variantes del servicio doméstico.

Estas mujeres, muchas veces en situación irregular, compaginan varios trabajos en diferentes casas estirando la jornada laboral hasta sobrepasar las 12 horas, y muchas de ellas, incluso, desempeñan su trabajo como internas cumpliendo jornadas de hasta 24 horas.

Los datos del estudio Impacto de la inmigración en una sociedad que se transforma elaborado por diferentes expertos en la materia y promovido por el Gobierno de Navarra apuntan que un 15,9% de los inmigrantes se dedican al servicio doméstico, grupo que sólo es superado por aquellos que se dedican a la construcción (19.3%) y al comercio y la hostelería (18,6%).

Asimismo, el texto señala que de los 3.787 extranjeros que trabajan en ese sector, 3.647 lo hacen de forma irregular y sólo 140 lo hacen en el marco de la legalidad.

Respecto a la nacionalidad de estos trabajadores, el estudio apunta que la mayor parte de trabajadores empleados en este sector proceden de Colombia (29,2%) y Ecuador (22,9), aunque también se observa un alto porcentaje de ciudadanos procedentes de Bulgaria (16,7%) y Asia (12,5%). >p.r.