EDITORIAL

Un aviso severo que delata impotencia

Las palabras de la vicepresidenta sobre la devolución de los inmigrantes ilegales han coincidido con la encuesta que coloca este problema como el más grave. El aviso se ha recibido como una reacción de impotencia. NO vamos a tolerar que sigan llegando inmigrantes. Todo el que entre en España de manera irregular saldrá más tarde o más temprano», anunció la vicepresidenta de Gobierno, que una vez más ha cargado con un papel incómodo. Esas palabras, oídas en Senegal, han debido de provocar carcajadas. Escuchadas aquí, suenan a impotencia.

Diario de Navarra, 06-09-2006
¿Qué va a hacer el Gobierno para no tolerar lo que hasta ahora ha admitido como natural, si no deseable? No están lejos los días en que José Bono pedía que enviaran a su autonomía a todos los «sin papeles», que él los acogería sin trabas. Y no hace mucho el presidente de Gobierno veía que los centros canarios de acogida, lejos de sufrir saturación, tenían sitio para muchos inmigrantes más.Las palabras de la vicepresidenta indican un giro del partido y del Gobierno en la política de inmigración. Está por ver que no sea un giro sólo verbal. No parece que España tenga voluntad ni medios para impedir la llegada de cayucos, ni para devolver a miles de inmigrantes irregulares a sus puntos de origen. De momento, prepara como solución el traslado a la península de 20.000 «sin papeles». Como mucho, montará un plan especial, de los que tanto gusta el Gobierno, como el «Plan África», unas cortas partidas presupuestarias, política mediática, más de ropero compasivo que de cooperación eficaz. Los centros de acogida pueden convertirse en comunas explosivas. Habría que preguntarse por qué va a buscarse Senegal un problema con los que quieren irse y nadie le pone sobre la mesa un plan generoso de ayuda al desarrollo. Las declaraciones rotundas no sirven como sucedáneo de soluciones inexistentes. Aunque narcoticen a los ciudadanos que ven la inmigración como el problema número uno.
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