La diputada foral de Asuntos Sociales, Ainhoa Domaica, se ofreció ayer a realizar una labor de información entre quienes se oponen a la ubicación de un centro de menores extranjeros no acompañados con doce plazas en Ribera Alta para despejar temores, porque, recordó, «no son delincuentes».

Tras el Consejo de Diputados, Domaica compareció junto al diputado general de Álava, Ramón Rabanera, quien se refirió a la oposición vecinal al centro y opinó que «todos somos solidarios hasta que nos afecta». El domingo pasado los vecinos del municipio de Ribera Alta se movilizaron para tratar de frenar el plan foral que prevé ubicar en Castillo Sopeña un centro de menores extranjeros no acompañados.

La Corporación municipal también se ha opuesto al proyecto, pese a que en un principio, recordó Domaica, no plantearon ningún rechazo al mismo. La diputada de Asuntos Sociales insistió en trasladar a los menores extranjeros a una casa en Castillo Sopeña, municipio de Ribera Alta, porque reúne las condiciones para que estos jóvenes reciban formación «sin interferencias externas».

Domaica explicó que la Diputación ya cuenta con un centro de acogida de menores en Gasteiz pero dijo que hace falta un centro de inmersión donde destinar en un principio a estos menores a fin de que reciban todas las herramientas para su posterior integración. En relación con el centro de Gasteiz, recordó que no ha planteado ningún problema y dijo que su objetivo es que acoja a los menores que ya estén preparados para salir a la vida, cercanos a la mayoría de edad. En la casa escogida por la Diputación en Castillo Sopeña, los menores podrían recibir cursos de alfabetización, talleres laborales, cursos sobre manejo doméstico o jardinería, «en el menor tiempo posible», apuntó.