Madrid. (EUROPA PRESS).- Los 53 inmigrantes que fueron abandonados por Marruecos el 26 de agosto en una “tierra de nadie” fronteriza con Mauritania fueron autorizados ayer a ingresar en este último país para poder ser repatriados a sus respectivos países de origen según informó a Europa Press el coordinador de emergencia de la ONG que les ha atendido hasta ahora, Médicos del Mundo, Pablo Traspas.

El territorio fronterizo, de apenas 5 kilómetros de ancho, se encuentra fuera de la jurisdicción nacional de Marruecos o Mauritania, por lo que no eran responsabilidad directa de ninguno de ambos países.

El cónsul y el ministro de Exteriores de Mali, país de origen de la mayoría de los inmigrantes, llegaron ayer en un autobús para transportarlos a Nouackchott, capital de Mauritania, donde han sido acogidos en los consulados de sus países de origen para poder ser repatriados. Los 40 inmigrantes de Mali ya han sido transportados a su país, según Traspas.

El coordinador de Emergencia de Médicos del Mundo destacó que la crisis se ha resuelto “en tiempo récord”. “Las gestiones que se hicieron con el Ministerio de Exteriores español dieron resultado”, dijo Traspas, en alusión a una carta que se envió a Madrid el jueves pasado en la que se exponía la situación de los inmigrantes.

“Ha sido una alegría tremenda”, relató Rashid Sherif, delegado de Médicos del Mundo en Mauritania. “Hemos celebrado juntos la resolución de la crisis. En una zona con un paisaje tan lunático como el de Kandahar han bailado y cantado en la jaima dando gracias por salir de esa auténtica pesadilla”, añadió.

El medio centenar de inmigrantes subsaharianos habrían llegado a esta área después de ser llevados allí por los gendarmes marroquíes tras naufragar en las costas del Sáhara Occidental cuando trataban de llegar a las costas de Canarias. Después de seis días de navegación en un cayuco, tres días en las dependencias de la Gendarmería y otros seis días en el desierto, el grupo de inmigrantes subsaharianos fueron abandonados a su suerte.