la agredida, de 20 años y con un hijo de cinco meses, intentó suicidarse tres veces antes de denunciarlo

donostia. El juzgado de menores de Donostia ha decretado una medida de libertad vigilada contra un chico de 16 años denunciado por malos tratos y violación por su pareja, una joven de 20 años con la que tiene un niño de cinco meses, informaron a fuentes jurídicas.

Según estas fuentes, la medida, que incluye una “regla de conducta” e impide al presunto agresor, que aún no ha sido juzgado, comunicarse con su víctima y acercarse a ella a menos de 500 metros, es el equivalente a las órdenes de alejamiento que los tribunales ordinarios dictan contra los adultos en casos similares.

En su denuncia ante la Policía, la víctima explica que hace algo más de dos años inició una relación sentimental con este chico, de etnia gitana, fruto de la cual nació un niño que ahora tiene cinco meses.

La chica se trasladó a vivir al domicilio de la familia del menor, quien ya a las dos semanas de convivencia “comenzó a recriminarle” por “cualquier cosa” con insultos como “puta” y “jodida paya”.

La víctima asegura en su denuncia que su pareja “la tenía controlada las 24 horas” del día, durante las que “no le dejaba tener contacto con nadie”. Después, el maltrato físico se hizo “prácticamente diario” y “por cualquier motivo” le propinaba patadas, bofetones y tirones de pelo.

Repudiada y vejada Además, si él “quería practicar sexo, la forzaba contra su voluntad”, le quitaba los pantalones y la ropa interior “con violencia”, al tiempo que le decía: “Igual piensas que te estoy violando; para eso eres mi mujer”. Los malos tratos continuaron cuando la chica quedó embarazada, período durante el que le dio “puñetazos” en la tripa y le solía pegar y empujar.

De esta manera, cuando llevaba siete meses de gestación tuvo que ser trasladada urgentemente al hospital, donde sufrió un parto prematuro después de cinco días de ingreso.

La denuncia precisa que, una vez nacido el niño, el joven llegó a pegarle con él en brazos, le decía “continuamente” que el hijo no era suyo porque no se parecía a él y la amenazaba con no darle sus apellidos “para no tener la obligación de pasarle una pensión”. El menor no trabajaba y le quitaba a la chica el dinero que ganaba y en “numerosas” oportunidades la obligó a pedir en la calle.

Por este motivo, la joven que, según la denuncia, “ha intentado suicidarse en tres ocasiones”, decidió abandonar a su pareja y denunciar su situación que, según explica, era conocida por la familia de él. >efe