“No hay más fondos disponibles”. Friso Roscam, portavoz europeo de Libertad, Justicia y Seguridad, se adelantaba ayer con estas palabras a la visita de la vicepresidenta española, María Teresa Fernández de la Vega, que hoy inicia una gira por Helsinki y Bruselas en busca de socorro económico y político ante la crisis migratoria sin precedentes que atraviesan las islas Canarias. Para que haya más dinero habrá que esperar hasta 2007 y, además, a día de hoy ningún Estado miembro ha ofrecido más medios, ni barcos y aviones, para controlar los flujos migratorios desde las costas africanas.

De la Vega tiene previsto aterrizar hoy en Finlandia, país que preside este semestre la UE. Allí se entrevistará con la presidenta finlandesa, Tarja Halonen y con el primer ministro, Matti Vahananen, para pedir más implicación de la Unión en los problemas migratorios. Al día siguiente, la vicepresidenta viajará hasta Bruselas, donde se entrevistará con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y con varios responsables europeos en materia de inmigración.

En una comparecencia de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado viernes, De la Vega, tras agradecer los medios ya dispuestos por la Unión, explicó que en su viaje pretende que “los países de la UE se impliquen más en la búsqueda de soluciones a los movimientos migratorios irregulares”, ante la constatación de los citados medios son “claramente insuficientes”. “Esto es un tema común: quienes llegan a nuestras costas llegan también al continente europeo”, dijo la vicepresidenta.

“Ya hemos ofrecido todo lo que podemos. No hay más fondos disponibles en el actual marco financiero”, explicó Friso Roscam, portavoz de Justicia, Libertad y Seguridad de la UE. Roscam argumenta que las anteriores perspectivas financieras el marco presupuestario de los últimos siete años apenas contaban con fondos para destinar a la inmigración, una materia en la que Bruselas no es en principio competente.

La gravedad de las crisis migratorias en el Mediterráneo, así como la presión ejercida por el Gobierno español en las negociaciones del presupuesto para los próximos siete años, dieron como resultado partidas muchos más generosas para destinar a la inmigración. “Pero para eso hay que esperar a 2007”, insiste Roscam.

“En cualquier caso, las únicas medidas a corto plazo consistirían en reforzar el control de las aguas internacionales con más patrullas, pero eso depende de los medios que quieran aportar los países miembros”, agrega el portavoz. Pero ni en la Comisión Europea, ni en Frontex, la Agencia Europea de Fronteras con sede en Varsovia, aseguran haber recibido nuevos ofrecimientos de Estados miembros que estén dispuestos a apoyar con barcos, aviones y expertos a España.

Desde el Ejecutivo comunitario insisten en que la única estrategia con posibilidades de éxito en la lucha contra la inmigración ilegal pasa por el desarrollo de los países de origen de los inmigrantes. “Pero eso lleva tiempo”, reconoce Roscam, y la situación en Canarias, según viene a explicar De la Vega a Bruselas, no puede esperar, por que las llegadas de embarcaciones desde la costa atlántica africana continúan cada día.

Patrullas en Malta y Sicilia

Junto a España, Italia y Malta atraviesan también importantes crisis migratorias. En Malta, donde en lo que va de año han arribado 1.445 sin papeles, según cifras oficiales, está previsto que comiencen “en las próximas semanas” las patrullas en aguas territoriales que pretenden interceptar a los que se lanzan al mar a probar mejor suerte.

Los navíos coordinados por Frontex también está previsto que surquen las costas sicilianas, donde han desembarcado 13.615 inmigrantes este año, según aseguran las autoridades italianas, que sí han aportado medios para ayudar a España. Para sofocar la crisis migratoria en Canarias, donde 18.199 indocumentados han llegado por mar este año, según la delegación del Gobierno Canario, Bruselas anunció el pasado 23 de mayo un importante despliegue europeo por mar y aire para vigilar las costas africanas. La Comisión Europea se dio 15 días para completar un despliegue un barco italiano y uno portugués y un avión italiano y otro finlandés, que a día de hoy no se ha completado.