EL CORREO/BILBAO

El consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, aseguró ayer que Euskadi acogerá en septiembre a un grupo «reducido» de subsaharianos procedentes de Canarias. Aunque no precisó cuántos serán, fuentes de su departamento los cifraron en unas decenas, un contingente mínimo en comparación con los más de 18.000 ‘sin papeles’ que han llegado en cayucos durante este año.

En declaraciones a Radio Euskadi, Madrazo aseguró que el Ejecutivo vasco asumirá su «cuota de responsabilidad y de solidaridad», pero exigió al Gobierno central que pacte con las comunidades una nueva política de inmigración.

El Ejecutivo autónomo está negociando con el de Zapatero un protocolo que asegure a los subsaharianos asignados a Euskadi la posibilidad de integrarse en la red sociosanitaria. El problema reside en que todos ellos tienen órdenes de expulsión que nunca se van a ejecutar, pero que les causan problemas para acceder a servicios básicos y a un empleo legal. En otros traslados anteriores desde Canarias, el Gobierno central pidió a las ONG que alimentaran y cobijaran a los ‘sin papeles’ durante quince días, pero no supo determinar qué hacer luego.

Por otra parte, CEAR reclamó ayer a las autoridades que permitan la entrada por razones humanitarias de cuatro polizones africanos que permanecen en huelga de hambre en un barco atracado en el Puerto de Bilbao. El buque zarpa hoy hacia Rotterdam.