EL DRAMA DE LA INMIGRACION

En tierra de nadie

El Mundo, 29-08-2006

Marruecos abandona en el desierto a 53 subsaharianos, de los que uno ha fallecido y otros dos se encuentran en estado grave Partieron con el sueño de alcanzar eldorado europeo y han terminado vagando en tierra de nadie, sin comida, agua ni alojamiento alguno. Marruecos abandonó el pasado viernes a su suerte a unos 53 inmigrantes subsaharianos en una zona fronteriza de cinco kilómetros de ancho, situada entre el sur del Sáhara occidental y el norte de Mauritania, según denuncia la ONG Médicos del Mundo.


Los inmigrantes se encuentran en una situación kafkiana, ya que no pueden volver a Marruecos, que los ha echado, ni tampoco hacia Mauritania, que se niega a aceptarlos. El drama se acentúa día a día y, según su testimonio, uno de los subsaharianos habría fallecido debido a la deshidratación y otras dos personas se encuentran en estado grave.


Médicos del Mundo ha pedido a las autoridades mauritanas que permitan que los africanos puedan recibir asistencia médica en algún centro de salud, pero éstas se han negado por el momento.


En los últimos meses, Marruecos y Mauritania han mantenido ciertos roces a causa de los flujos migratorios. Las autoridades de Nuakchot consideran que el reino alauí abandona a inmigrantes en tierra de nadie para que los agentes mauritanos se vean obligados a aceptarlos en su territorio.


Los subsaharianos, procedentes en su mayoría de Mali, pero también de Senegal y Costa de Marfil, partieron el 19 de agosto en un cayuco con destino a las islas Canarias. Según informa Rashid Sheriff, coordinador de la ONG en Nuadibú (Mauritania), «al parecer el capitán perdió el rumbo y estuvieron dando vueltas en alta mar hasta acabar en la costa sur del Sáhara Occidental».


Allí, los inmigrantes sin papeles fueron arrestados por la Gendarmería marroquí, quien les retuvo durante tres días y luego les puso en la frontera, en una zona minada en el desierto, apodada popularmente como Kandahar – por su parecido con la ciudad afgana – en la que sólo hay polvo y una carretera perdida. Los agentes marroquíes no facilitaron ni comida ni agua a los subsaharianos y, según el relato de los expulsados, ese mismo día, alrededor de las 14.00 horas, uno de los integrantes del grupo falleció.


Por el momento, los equipos de Médicos del Mundo son los únicos que se encargan de facilitarles agua, comida, linternas para pasar la noche y plásticos con el fin de que puedan construir refugios.


Los subsaharianos perdidos ahora en el desierto habían aguardado entre uno y dos meses en Nuadibú antes de tomar el cayuco rumbo a Canarias.


Esta no es la primera vez que el reino alauí expulsa a inmigrantes en el desierto. La situación ya se produjo tras los asaltos masivos a las vallas de Ceuta y Melilla durante el pasado año. Otro episodio similar tuvo lugar a comienzos de este verano, cuando cinco marineros también quedaron atrapados en tierra de nadie.


En aquella ocasión, los cinco subsaharianos viajaban con sus permisos en regla porque habían sido contratados por un patrón español. Los africanos tuvieron la mala suerte de que la embarcación se quedó sin combustible en aguas marroquíes y fueron apresados por la Gendarmería de este país. Los agentes marroquíes les arrebataron sus documentos y les enviaron en dirección a Nuadibú. Tras intensas gestiones, Médicos del Mundo logró que Mauritania les dejase pasar y puso fin a 22 días de infierno en el desierto.

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