Salvar vidas compensa el esfuerzo de Salvamento ante la llegada de cayucos

El número de emergencias se ha incrementado de forma considerable

Canarias 7, 23-08-2006


Santa Cruz de Tenerife
La satisfacción de salvar vidas compensa el duro trabajo que se realiza desde Salvamento Marítimo de Tenerife, relata María Dolores Septién, responsable de este centro, que ha reforzado sus efectivos por la llegada de cayucos y ha rescatado a más de 11.200 inmigrantes.
Las emergencias se han duplicado. Si en un año normal se atienden unas 150 emergencias desde el centro de coordinación de Salvamento Marítimo de Tenerife, en sólo ocho meses de 2006 van por 270. La jefa del centro, María Dolores Septién, detalló que desde el comienzo del año han rescatado 159 cayucos, con un total de 11.257 inmigrantes.

Las aguas cuya vigilancia están asignadas a Salvamento Marítimo de Tenerife corresponden a la parte occidental del millón de kilómetros cuadrados que abarca el área de salvamento de Canarias, mientras que la parte oriental es coordinada desde el centro de Salvamento de Las Palmas.

Los remolcadores “Punta Salinas” y “Conde de Gondomar” vigilan constantemente las aguas, navegando a unas 90 millas al sur de Tenerife en previsión de la aparición de algún cayuco o a la espera de algún aviso recibido desde la torre de control de Salvamento Marítimo en Santa Cruz de Tenerife.

En sus respectivos puertos base esperan listas para actuar de forma inmediata las tripulaciones de las embarcaciones de intervención rápida tipo salvamar: La “Salvamar Canopus”, en La Palma; la “Salvamar Alpheca”, en La Gomera; la “Salvamar Adhara” y la “Salvamar Alpheratz”, en el sur de Tenerife; y la “Salvamar Tenerife”, en la capital de esta isla.

Normalmente Salvamento Marítimo contaba con 2,5 tripulaciones de cuatro personas por cada embarcación salvamar, pero la creciente actividad ha llevado a doblar los efectivos hasta cinco tripulaciones por embarcación, de manera que siempre están operativas y el personal suficientemente descansado.

También se ha reforzado el número de controladores en la torre de control; donde antes había de dos a tres por turno y ahora tres de forma permanente. Los medios aéreos de apoyo son el helicóptero “Helimer Canarias” y el avión “Serviola 1”. Pese al aumento de trabajo “no estamos ni mucho menos desbordados”, subrayó María Dolores Septién, pues se han dispuesto los medios necesarios para mantener la actividad habitual sumada al rescate de cayucos.

La actividad normal de Salvamento Marítimo incluye emergencias por embarcaciones que tienen problemas de motor, avistamiento de objetos flotantes, evacuaciones médicas o remolque de barcos con problemas. No sólo el personal, también los medios con los que cuenta Salvamento Marítimo han aumentado, con la incorporación desde la semana pasada del remolcador “Conde de Gondomar” y la “Salvamar Adhara”.

Cuando llega un aviso sobre la presencia de cayucos se evalúan las condiciones en las que navegan, el estado de la mar, la distancia o si hay gente aparentemente con problemas. De esa manera se determina el barco de intervención más apropiado, normalmente el que está más cerca o el que más rápido puede llegar.

María Dolores Septién explicó que desde que se ven localizados, los inmigrantes suelen parar el motor del cayuco y esperar al rescate. Pero Salvamento Marítimo normalmente los insta a que naveguen por sus medios a la costa, escoltados por la embarcación de rescate, puesto que el transbordo en alta mar suele ser más arriesgado.

No obstante, ante cualquier posibilidad de peligro, se iza a los inmigrantes a bordo del barco de rescate. Entonces se procura hundir el cayuco para que no suponga riesgos para la navegación, aunque si queda a la deriva se envían radio avisos desde la torre de control.

La jefa del centro de Salvamento Marítimo de Tenerife elogió el trabajo humanitario que desarrollan las tripulaciones y el trato que dispensan a los miles de inmigrantes que han tenido que rescatar. “La satisfacción de salvar vidas compensa el duro trabajo que están realizando”, afirmó María Dolores Septién.

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