Madrid – El número de mujeres fallecidas a manos de sus parejas y ex
parejas, al cierre de esta edición, se elevó a 49. Hoy los datos pueden
haber variado. Otra mujer podría haber decidido dejar la relación, una
joven podría haberle cerrado la puerta a su novio o por el contrario,
podría haberle dejado pasar para perdonarle por enésima vez.
   Como la noche del pasado domingo, cuando una mujer de 19 años, de
nombre Rocío, murió de un disparo en la nuca. El tiro lo realizó su novio,
M.G.E, de 20 años tras escuchar de boca de su pareja que quería acabar la
relación. Nada hace sospechar que la puerta fue forzada. El joven disparó
presuntamente a su pareja dos veces antes de pegarse él mismo un tiro en
la cara y en el costado izquierdo para quitarse la vida, según informaron
fuentes de la Policía Local de Alcaudete. A pesar de que el joven fue
trasladado al hospital traumatológico de Jaén, falleció. El jefe del
joven, entre entristecido y asombrado, afirmaba ayer que «era un buen
chico».
   Arrojada por la ventana. Horas después, ya entrada la
madrugada, la Guardia Civil detenía en Villafranca del Penedés, en
Barcelona, a un ciudadano boliviano de 33 años por el presunto asesinato
de su esposa, de 32 y misma nacionalidad. El detenido, Leonardo T. C.,
tiró por la ventana a su mujer y fue hallado junto al cuerpo de su pareja
cuando ésta aún agonizaba. Los vecinos de la mujer que fue arrojada por la
ventana aseguraron que «antes nunca habían oído peleas o discusiones en la
vivienda».
   La violencia de género sigue siendo de víctimas
silenciosas. Como media, tardan hasta ocho años en manifestar de algún
modo que son maltratadas. A diez días para que finalice agosto, estas dos
muertes suponen la séptima y la octava víctima por violencia de género en
este mes.
   El anterior fallecimiento por tan dramático motivo ocurrió
el pasado 14 de agosto, cuando M. A., ciudadana marroquí de 33 años, fue
encontrada muerta en el piso que compartía con su pareja, también
marroquí. Él tenía una orden de alejamiento.
   La
secretaria general de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, muestra su
preocupación, ya que 36 de las mujeres que han fallecido a manos de su
pareja no tenían orden de protección y los maltratadores son muy jóvenes.
«En pleno siglo XXI no se entiende que un joven de 20 años tenga esa
mentalidad de que amor es igual a posesión», afirma. El 15 por ciento de
las víctimas de este año tenían menos de 30 años. «Tenemos que hacerles
entender, a ellas y a ellos, que las relaciones amorosas son incompatibles
con las relaciones de propiedad y que ya no se trata de perdonar, sino de
saber despedirse para conseguir romper el ciclo de violencia», apunta
Murillo.
   Según los últimos datos del Instiuto de la Mujer, en lo que
va de año, se han producido 17 intentos de suicidio por parte del agresor.
Sólo 11 varones consiguieron llevarlo a cabo y, siempre, apenas unos
segundos después de haber acabado antes con la vida de su pareja. Otro
dato a tener en cuenta es que alrededor de un 33 por ciento de estas
trágicas agresiones se han producido en una fase de ruptura de las pareja.
No obstante, según indicó Murillo, el 63 por ciento de las personas que
han fallecido a manos de su compañero sentimental vivían con éste,
mientras que en el 37 por ciento de los casos se trataba de su ex pareja.
Una situación que cada vez viven más mujeres españolas.
   La mayoría, españolas. Y es que sólo el 15 por ciento de estas féminas
son de nacionalidad extranjera. Sin embargo, aún queda una puerta abierta
que cada día abren más mujeres atormentadas, pues «si antes retiraban las
denuncias en un 25 por ciento de los casos, actualmente, sólo lo hace un
18 por ciento». Porque el maltrato no es para siempre, «siempre que el
agresor reconozca que no puede tener a nadie en su propiedad», concluye.
   Un mensaje que aún no ha llegado a Puerto Real, Cádiz, donde un hombre de
39 años, Rafael A.G., fue detenido ayer por la Policía Nacional, acusado
de ser el presunto homicida de dos mujeres con quienes había convivido en
un domicilio en el que aparecieron muertas, una en el mes de enero y la
segunda en julio, en similares circunstancias. En Bilbao, y esta vez a
manos de su mujer, fue encontrado un hombre en el domicilio de unos
amigos, situado en la zon La Vieja, con una fuerte herida en la cabeza que
su esposa D. M. P., de 37 años, le produjo con un vaso.