Los dos principales sindicatos, CC OO y UGT, reclamaron ayer que los inmigrantes puedan votar y ser candidatos en las elecciones municipales sin otra restricción que la de acreditar un cierto tiempo de residencia en el país. Ambos sindicatos rechazaron la propuesta del secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, de condicionar el derecho de voto. La secretaria de Política Institucional de UGT, Eva Granados, lo calificó como “un supuesto certificado de buen catalán”.

A favor de que los inmigrantes puedan votar en las elecciones municipales se pronunció también la Federación de Entidades Latinoamericanas en Cataluña (Fedelatina). Su presidente, Javier García Bonomi, pidió que los extranjeros “no sean utilizados como moneda de cambio” en el debate político.

Frente a las reticencias expresadas por CiU, reiteradas ayer por su secretario de acción electoral, David Madí, Bonomi recordó que los nacionalistas catalanes han sostenido siempre que es catalana toda persona que vive y trabaja en Cataluña. La propuesta de añadir a esas condiciones un “examen de catalanidad” es, dijo, un argumento “endeble y reduccionista” que no se ha aplicado a los millones de personas llegadas al país en las décadas pasadas.

Rechazo de CiU y el PP

Madí acusó a los socialistas y a Iniciativa Verds de “pasar del ‘papeles para todos’ al ‘votos para todos’ los inmigrantes sin pararse a pensar en las consecuencias y el impacto” de esta medida en la sociedad. Calificó la actitud de estos dos partidos como “prejuicio de progres trasnochados”.

En la misma línea, pero más contundente, el representante del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, despachó como “oportunista e irresponsable” la proposición que el PSOE e Izquierda Unida – ICV han presentado en el Congreso para que los inmigrantes puedan votar en las elecciones locales.

Los ataques de CiU y PP fueron replicados por el ministro de Industria y primer secretario del PSC, José Montilla. En una entrevista en Catalunya Ràdio, el dirigente socialista lamentó la “falta de rigor, el electoralismo y la demagogia” con que CiU y el PP se han referido a la cuestión. Lo que está en estudio, precisó, no es más que el ejercicio del derecho al voto por un reducido porcentaje de extranjeros, los procedentes de países en los que los ciudadanos españoles también pueden votar. Esto excluye a los inmigrantes de origen marroquí.

También el presidente de Iniciativa Verds, Joan Saura, criticó la posición de CiU sobre esta cuestión. “Pone los pelos de punta oír cosas como que ‘Cataluña no puede regalar el derecho al voto’ a los inmigrantes porque en su país de origen no tienen esa cultura”, dijo. Saura pidió al líder de CiU, Artur Mas, que "desautorice las tomas de posición expuestas en estos últimos días por Duran Lleida y el portavoz de CiU, Felip Puig, que a su juicio “rozan la xenofobia”