Mariama Badji es una de las mujeres que está liderando el cambio social en Senegal. Vive en Thiè, a 70 kilómetros de Dakar. Allí preside la ONG África Feliz Sénégal (AFS) «construida con ladrillos de tierra y donde intentamos hacer vida sin utilizar plástico», explica. Cuentan también con un espacio de intercambio y de formación para jóvenes y mujeres. El nombre de la sede es «Wakili», que significa «esfuérzate». Uno de sus fines es empoderar a la mujer y ayudar a los jóvenes senegaleses para que no caigan en las mafias de las pateras.

Un informe de la ONG Caminando Fronteras desvela que 6.618 personas murieron en 2023 intentando alcanzar las costas españolas, de las que 3.176 procedían de Senegal. «Desde principios de 2024 muchas barcazas han intentado salir sin éxito y se ha arrestado a los promotores de estos viajes. En mi opinión, si no se arregla el problema del empleo y la calidad de vida, los jóvenes seguirán saliendo», afirma Badji.

Senegal acaba de vivir un nuevo proceso electoral el pasado 24 de marzo, donde ha ganado el opositor recientemente excarcelado Bassirou Diomaye Faye (Patriotas Africanos de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad, PASTEF). Un buen momento para afrontar nuevos desafíos.¿Por qué decidió fundar África Feliz Sénégal (AFS)?

Decidimos fundar AFS por nuestra sensibilidad con la migración irregular y nuestra experiencia en Madrid con la ONG África Feliz. AFS se creó para proponer alternativas a diversos colectivos y contribuir a una problemática que nos interpela a todos.

¿Cómo actúan desde AFS para que los jóvenes apuesten por su país y no huyan desesperadamente?

Queremos apartar a los jóvenes senegaleses del oscuro negocio de las pateras y ofrecerles alternativas. Las causas de esta desazón entre la juventud senegalesa buscando un futuro mejor son múltiples y multiformes. Son económicas, sociales y políticas: la falta de empleo, las dificultades para emprender, la falta de democracia participativa, el déficit de libertad de expresión, los efectos del cambio climático, presiones sociales, etc.

Desde AFS apostamos por su desarrollo personal, su ciudadanía activa y una confianza en sí mismos para así explorar todo su potencial en su país. Es crucial dar voz a los jóvenes y ayudarles a entender los problemas y retos a los que se enfrentan.

¿Qué objetivos prioritarios se han marcado para los próximos años?

Los principales logros de AFS en los próximos años será seguir transformando la vida de los jóvenes y mujeres, inspirarles, y prepararles mejor para el trabajo en equipo. Queremos reforzar el apoyo a su inserción laboral para que surjan empresas sociales bien organizadas y que funcionen. Con la financiación de la Diputación Foral de Vizcaya y la colaboración de Coopera Euskadi, estamos acelerando el proceso.

¿Están consiguiendo empoderar a la mujer senegalesa?

Empoderar a la mujer es un gran reto en todo el mundo, y más aún en África. En Senegal ya estamos avanzando en este sentido. Sin embargo, desde mi punto de vista, la cuestión es que empoderar a la mujer es una visión de desarrollo económico y social. Me explico. A través de las mujeres se toca a las familias y se favorecen las masculinidades positivas, y así los hombres empujan a sus mujeres hacia la formación y el emprendimiento.

¿Existe violencia sexual contras las mujeres como en otros países africanos?

La violencia sexual existe en Senegal, pero no como en ciertos países de África que están en conflicto. La violencia sexual es más bien mental y psicológica. Existen prácticas que son indeseables pero también hay un tabú en la sociedad, ocultadas y disueltas en la vida social. El matrimonio precoz, por ejemplo, equivale también a violencia sexual. Existe y de forma perniciosa en las casas, escuelas, universidades, etc.

¿Tiene esperanzas en el cambio de gobierno en su país tras las recientes elecciones?

Este país necesita cambios mayores a corto plazo porque no hay confianza. Es indispensable dar confianza a la comunidad sobre la capacidad de gobernar con justicia y equidad. Las instituciones deben funcionar de forma inclusiva y con mayor honestidad.

Sobre las recientes elecciones me llamó la atención el gran compromiso de los jóvenes y en particular de las mujeres. El pueblo ha votado con determinación. Se quiere renovar de forma imperativa toda una generación de políticos.

Ahora tenemos nuevo presidente en un contexto difícil social y económico, aunque tenemos gas y petróleo. La pregunta es: ¿serán capaces de poner en marcha los cambios necesarios para mejorar la vida en este país? Crucemos los dedos.

Veo que colaboran con otras ONG y asociaciones…

Colaboramos con otras asociaciones y organizaciones para aglutinar las fuerzas y tener sinergias de acción y resultados con más impacto social.

¿Cuáles son a su juicio las mejoras necesarias para revalorizar el papel de las mujeres?

Para revalorizar el papel de la mujer, hay que ir a la raíz misma de la mujer. Los aspectos morales y religiosos son importantes para que la mujer comprenda plenamente su papel en la sociedad. Su función es crucial, pero necesitamos reforzar su liderazgo y su voz en la sociedad, en la familia.

Si tuviera la oportunidad de tener un cara a cara con su nuevo presidente, ¿qué le pediría?

Que escuche la opinión de la sociedad senegalesa. Y que aporte soluciones para mejorar las condiciones de vida de las personas: la educación, la sanidad, la asunción de las necesidades de la población y la formación son palancas clave.

También es vital ampliar el acceso a una educación y sanidad de calidad. Y volver a controlar la agricultura senegalesa. También le pediría gobernar de forma virtuosa.

¿Qué es lo que más le preocupa de su país?

Como senegalesa, me preocupan mucho las cuestiones de justicia social, y la ignorancia mantenida a través de unas estrategias obscurantistas.

¿Cuáles son las principales campañas de sensibilización que realizan cada año desde AFS?

Hacemos campañas de sensibilización durante todo el año. Intentamos suscitar vocaciones en nuestros jóvenes y mujeres a través de sesiones que se basan en temas transversales como conocer mejor sus derechos, la inteligencia emocional, y el desarrollo de una mejor cultura empresarial.