l Tribunal Superior de Londres ha determinado este martes que la posible extradición a EE.UU. del fundador de Wikileaks, Julian Assange, por la difusión de miles de documentos secretos merece un nuevo examen jurídico y ha pedido nuevas garantías a Washington. Si a Assange se le hubiera denegado este permiso para apelar, podría haber sido enviado a suelo estadounidense en cuestión de días para enfrentar cargos de espionaje.

El Gobierno de Reino Unido ya dio luz verde al traslado en junio del 2022, pero Assange, que llegó a permanecer cerca de siete años refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, ha tratado de bloquearlo por todas las vías posibles. Sobre él pesan cargos por violar la ley de espionaje estadounidense y se arriesga a una condena de hasta 175 años de cárcel.

En las vistas de febrero, los abogados del fundador de Wikileaks pusieron en duda que pudiese recibir un juicio justo en EE.UU. y reivindicaron que en este proceso están en juego libertades fundamentales, ya que las actuaciones de Assange entrarían dentro del ámbito del periodismo y merecerían especial protección. Asimismo, alegaron que a su cliente se le imputaban «delitos políticos» y que, por tanto, en su caso no era aplicable el tratado de extradición.

Para la parte estadounidense, en cambio, se trata de hechos de especial gravedad y durante las vistas hicieron hincapié en las «profundas consecuencias» de las filtraciones, especialmente para las fuentes que aparecían identificadas en los documentos publicados por Wikileaks y relativos a situaciones de conflicto.