No entender nada

Las personas poco reflexivas solo ven lo literal y tampoco suelen comprender la ironía

Diario Vasco, Juan Bas, 22-03-2024

or circunstancias que no vienen al caso, me contaron una discusión entre dos jóvenes en la que una de ellas mantenía que el verbo denigrar es de uso no recomendable porque tiene una connotación racista. Me dejó boquiabierto semejante ocurrencia. Pensé que quizá era un malentendido por su vaga semejanza con el ‘nigro’ que da base a la nigromancia o magia negra, aunque tampoco por ahí haya racismo; incluso por asociación con ‘nigger’, este sí un claro término despectivo y racista respecto a los afroamericanos en Estados Unidos. Pues no era eso. La joven consideraba que denigrar era racista hacia las personas de piel negra por la etimología en latín de la palabra: ‘denigrare’, poner negro, manchar. Que las acepciones que da el diccionario sean deslustrar, en el sentido de ofender la fama de alguien, o directamente injuriar, no le convencía para renunciar a su error ni contemplaba la etimología como una metáfora.

Las personas tan poco reflexivas solo ven lo literal, sin relacionarlo; tampoco suelen comprender la ironía. Quizá la censora de ofensas inexistentes pensaba en la antigua práctica de los actores blancos que tiznaban su cara con betún para pasar por negros (por ejemplo el ‘blackface’ de Al Jolson en ‘El cantor de jazz’ o tantos reyes Baltasar en las cabalgatas hasta hace pocos años), y por ende manchar de negro ya es por extensión racista en vez de un problema de higiene.

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