Ryma Sheermohammadi, traductora, divulgadora cultural y activista iraní en favor de los derechos humanos que reside en Barcelona ofrece hoy en el Museo San Telmo de Donostia (19.00 h.) una conferencia en la que hablará sobre la represión impuesta por la República Islámica de Irán contra quienes exigen derechos y libertades universales. Una represión que se ha recrudecido en los últimos meses a raíz del movimiento ‘Mujer, Vida, Libertad’, desatado tras las muerte de la joven iraní Mahsa Amini en 2022 a manos de la ‘policía de la moral’ por llevar el velo mal colocado. «El régimen iraní se ha levantado contra la sociedad, pasando incluso por encima de sus propias leyes. Le ha visto las orejas al lobo y se ha dado cuenta de que si no ejerce una represión brutal y siembra el miedo, corre peligro», asegura. «El otro día me decía un activista que vive allí que es como si el régimen hubiera declarado la guerra a su población», añade.

Según la activista, el régimen «no se imaginaba que los adolescentes, una población a la que ha tratado de adoctrinar de mil maneras, iban a ser los primeros en levantarse, poniendo en riesgo incluso sus vidas. No se imaginaba que personas de distintos grupos: árabes, turcos, kurdos, bahá’ís… se alinearían por primera vez en una causa común pidiendo un cambio, no reformismo».

Asegura Sheermohammadi que «Irán vive ahora mismo un estado de caos» porque «se están ejecutando personas incluso cuando las sentencias estaban anuladas por el poder judicial». Según las estadíticas del Centro de Derechos Humanos de Irán, en 2023 fueron ejecutadas 768 personas. «En el mes de enero hemos tenido tres ejecuciones al día, en febrero llevamos 33 personas ejecutadas y han sentenciado a otras 35 a pena de muerte. Por no hablar de encarcelamientos de periodistas, abogados o la persecución a la comunidad bahá’í», comenta.

«La sociedad se ha dado cuenta de que el cambio y el avance del país pasan por la libertad y los derechos de la mujer. Los hombres iraníes, sobre todo los jóvenes, han captado este mensaje»
«Si antes iban contra aquellos que destacaban por su activismo, por su popularidad o por sus críticas, ahora van contra cualquiera». Y pone como ejemplo a Amir Mehdi Pour, un abogado defensor de los derechos humanos en Irán que «recientemente ha sido condenado a prisión, además de la suspensión de su licencia y otras sanciones, por apoyar a los detenidos en las protestas».

Sin embargo, y pese a esta brutal represión, Sheermohammadi destaca la respuesta de la sociedad: «Cuando un gobierno reprime, normalmente la sociedad recula en sus exigencias. Ellos sin embargo están viendo que la gente no sale a la calle a protestar, pero la desobediencia civil es mayor. Las mujeres, sobre todo, han perdido el miedo».

«Irán es el denominador común en la guerra de Ucrania, en el conflicto de Gaza, de Yemen, del Mar Rojo, de Afganistán«
Pero ¿qué tuvo de especial la muerte de Mahsa Amini, una mujer de origen kurdo, para que la sociedad saliera a la calle?: «Los kurdos son una minoría muy castigada y la sociedad iraní ya estaba acostumbrada. Sin embargo, las mujeres se identificaron con Mahsa porque la mayoría había sufrido acosos de ese tipo y, gracias al trabajo de dos periodistas muy valientes, la población reaccionó. Pero lo más fascinante de todo fue la respuesta y el apoyo de los hombres. En un inicio eran protestas por los derechos de la mujer, pero muy pronto se convirtió en un mensaje muy claro de cambio de régimen. La sociedad iraní, a diferencia de la Primavera Árabe en la que se pedía un cambio político, empezó por lo más importante: el lugar que le corresponde a la mujer dentro de la sociedad. La sociedad se ha dado cuenta de que el cambio y el avance del país pasan por la libertad y los derechos de la mujer. Los hombres iraníes, sobre todo los jóvenes, han captado este mensaje cuando lo lógico es que entre ambos géneros hubiera rivalidad porque los hombres querrían mantener sus privilegios. Es interesante que la sociedad tenga ese nivel de conciencia y fascinante que las diferentes etnias del país coincidan en este nivel de conciencia».

Irán, en el centro de todo
Por eso, y quizás en un intento por crear un enemigo exterior que una a la población, el gobierno iraní se encuentra en el centro de muchos de los actuales conflictos que hay en la zona. «Irán es el denominador común en la guerra de Ucrania, en el conflicto de Gaza, de Yemen, del Mar Rojo, de Afganistán. Está detrás de la creación y del apoyo económico y militar de grupos como Hezbolá en Líbano, de Hamás en Palestina, de los hutíes en Yemen. Y para colmo vemos como caen sus misiles en Ucrania. Me parece increíble que Europa no quiera ver esto. La Unión Europea busca normalizar la situación porque cree que si mete mano todo va a ir a peor, cuando en realidad la comunidad internacional perdió una oportunidad increíblemente grande cuando no apoyó el movimiento de búsqueda de democracia y cambio de la sociedad iraní durante el año de las protestas. Todo lo que estamos viviendo ahora no es una casualidad. ¿Qué pasó con Siria? Estaban a punto de conseguir el cambio y de golpe cambió todo. ¿Por qué Yemen no tiene estabilidad? ¿Por qué Líbano no levanta cabeza? ¿Acaso los palestinos de Gaza han podido hacer solos todo lo que han hecho? Muchos se entretienen a analizar todo esto con una mirada muy limitada sin ver quién está detrás. La sociedad de Irán merece escribir otro tipo de historia».