El 'corazón perdido' de Saimir llega a Estrasburgo: «Solo quiero que acabe esta pesadilla de casi cuatro años»

La hermana del joven albanés repatriado sin el órgano, logró que el corazón de su hermano fuera trasladado a su país pero no han podido realizarle la prueba de ADN «por falta de medios» La familia ha pedido a las autoridades albanesas que envíen una muestra del corazón a otros laboratorios europeos para que lo analicen pero el país balcánico se niega

ABC, ESTHER ARMORA Barcelona, 13-02-2024

La familia de Saimir Sula, el joven albanés fallecido en España en 2020 que fue repatriado a su país sin el corazón, esperaba que tras casi cuatro duros años de litigio judicial e institucional para esclarecer el caso, las autoridades balcánicas le ayudaran a «dar carpetazo» al conflicto. El pasado verano, tal y como avanzó este diario, una comisión de expertos del país de los Balcanes se desplazó a Barcelona para custodiar el corazón – supuestamente del joven– hasta su país natal con el fin de, atendiendo a la demanda de su hermana, Majlinda Sula, poder practicarle una prueba de ADN que certifique, por un lado, si el órgano es suyo, y también las causas que condujeron a Saimir a la muerte.
Majlinda sospecha que su hermano, que ingresó en el Hospital del Mar de Barcelona con un cuadro compatible con Covid en plena pandemia y falleció al día siguiente «sin determinarse con exactitud las causas del fallecimiento», murió como consecuencia de la «contención que le realizaron los agentes de seguridad del centro» al intentar frenarle cuando pretendía abandonar las instalaciones.

Según certifica la familia, representada por el letrado Carlos Sardinero, de la asociación El Defensor del Paciente, cuando el corazón llegó el pasado mes de julio a Albania no pudieron realizarle la prueba de ADN por «falta de medios técnicos». «No han podido separar el corazón de la formalina, químico utilizado para la conservación de órganos y tejidos, porque técnicamente no pueden y eso ha hecho que sea imposible realizar la prueba», denuncia la hermana que solo quiere poner fin «a esta pesadilla de casi cuatro años». La familia ha pedido a las autoridades albanesas que envíen una muestra del corazón a otros laboratorios europeos costeando el procedimiento ellos pero el país balcánico se niega “sin dar más explicaciones”. “No están facilitando las cosas”, dice Majlinda.

Ante este nuevo ‘portazo’ institucional, los familiares de Saimir han decidido trasladar el caso «y también el órgano» a Estrasburgo. El letrado asegura en declaraciones a ABC que la familia ha encontrado laboratorios en Bruselas y Viena que «podrán realizar la prueba al corazón con garantías». En los próximos días la familia elevará el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos como última opción después de que el Tribunal Constitucional (TC) desestimara el recurso de amparo de la familia. «El Constitucional no lo ha avalado no porque no exista vulneración de derechos fundamentales sino porque ésta no tiene trascendencia constitucional que es muy diferente».
«Crisis de ansiedad»
Saimir Sula, de 31 años, falleció el 9 de mayo de 2020 en Barcelona. Le llevaron al Hospital del Mar con fiebre y un cuadro compatible de Covid-19. Le realizaron un test de antígenos, que salió negativo pero aún así, quedó hospitalizado. A la mañana siguiente, el joven albanés quiso abandonar el hospital y, al impedírselo, sufrió una crisis de ansiedad, que los médicos relacionaron con la esquizofrenia que tenía diagnosticada. Para tranquilizarlo, le suministraron un un antipsicótico, pero pese a ello tuvo que ser reducido por los agentes de seguridad del centro. En este trance, sufrió una parada respiratoria y murió. La familia de Saimir emprendió una cruzada para esclarecer las causas de su muerte, una tortuosa travesía de tres años que aún sigue.

Al repatriar a Albania el cuerpo del joven, en 2020 vieron que le faltaba el corazón. Lo reclamaron insistentemente y el 27 de mayo de 2021 se les envió el informe hispatológico del supuesto órgano. Las fechas no coincidían. Según consta en el documento, consultado por ABC, el análisis del corazón se inició el 22 de abril, 17 días antes de la muerte de Saimir.

¿Por qué lo repatriaron sin el órgano?
Las sospechas de la familia de que «había algo raro» en la muerte de su hermano se incrementaron. ¿De quién era ese corazón?, ¿dónde está el de Saimir?, y ¿por qué no advirtieron a los familiares de que se repatriaba el cuerpo sin el órgano? Para esclarecer las circunstancias de la muerte, Majlinda acudió a la Audiencia Provincial de Barcelona, que archivó la causa. El juez consideró que no había pruebas de que la contención que se realizó al joven albanés le causara la muerte, y se negó también a realizar la prueba de ADN al corazón del joven, tal cómo solicitaron los abogados de la familia.

En su último auto, de 21 de marzo de 2023 y consultado por este diario, la Audiencia Provincial de Barcelona mantiene que «en el informe médico de 15 de junio de 2022 se concluye que las asistencias médicas realizadas al finado se ajustaron a la normopraxis médica tanto en el estudio y tratamiento del cuadro febril por el que acudió a urgencias, como en el tratamiento de la agitación psicomotora y en el tratamiento por la parada respiratoria sufrida». Reconoce, no obstante, que la contención aplicada fue «causa intermedia con influencia de otras causas».

En un informe preliminar, con carácter provisional, el Instituto de Medicina Legal estableció, según denuncia el abogado, que Saimir «presentó cuadro de agitación y requirió contención mecánica antes de morir, por lo que no descarto que este aumento de necesidades metabólicas haya sido un desencadenante del resultado final». Fuentes del Hospital del Mar consultadas por ABC remiten al archivo de la causa, que descarta las maniobras de contención como motivo de la muerte y aseguran que en el hospital no se le realizó la autopsia.

Sin embargo, las autoridades de Albania decidieron reactivar el proceso a través de la Fiscalía del Tribunal de Primera Instancia de Tirana y reclamaron respuestas al Gobierno de España. La familia ha mantenido durante el procedimiento que se ha roto la cadena de custodia del corazón, pues fue separado del cuerpo hasta el punto de que los restos mortales fueron repatriados a Albania sin él, ni indicación de su paradero, para su desconcierto y también de las autoridades albanesas, que decidieron tomar cartas en el asunto. El 7 de octubre de 2020, el Instituto de Medicina Forense de Albania realizó un informe en el que manifestó que «en ausencia de la exploración del corazón, no podemos determinar la causa de la muerte».

Presunto delito de compraventa ilegal de órganos
En este sentido, la Fiscalía del Tribunal de Primera Instancia de la capital de Albania registró un procedimiento penal por un presunto delito de compraventa ilegal de órganos previsto en el art. 89 del Código Penal Albano. Dirigió, asimismo, una comisión rogatoria solicitando auxilio judicial a las autoridades judiciales españolas, en dos oficios que se hicieron en febrero de 2021 y en abril de 2022. En los dos procedimientos se pedía que se remitiera el corazón a Albania o, en caso de que no fuera posible, se le practicara una prueba de ADN.

En julio de 2023 llegó finalmente el órgano a su destino pero no acabó la pesadilla para la familia, ya que no había “posibilidades técnicas” de practicarle un análisis genético con resultado fiable. «Guardar tres años un corazón, supuestamente en el Instituto Anatómico tiene un coste y lleva un tiempo, sin embargo no puede practicarse una prueba de ADN que cuesta minutos», denuncia el abogado. En pocos días, el corazón perdido y aún no identificado partirá hacia Estrasburgo, también las esperanzas de una familia «fatigada» que solo quiere «justicia».

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