Un barco con 137 refugiados rohinyás, incluidos 47 mujeres y 50 niños, arribó este jueves a la provincia de Aceh, en el oeste de Indonesia, en medio de una crisis migratoria que ha provocado el rechazo de parte de la población local.

En un comunicado, la Policía indonesia informó de que los rohinyás desembarcaron en la playa de Kuala Parek, en el distrito de Aceh Oriental, y que los refugiados aún se encuentran en el lugar a la espera de ser atendidos por los servicios de emergencia.

“La situación es segura y está bajo control”, precisó la Policía en su informe.

Más de 1.500 rohinyás han llegado a Indonesia desde noviembre, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en un intento de escapar de Birmania (Myanmar), donde sufren persecución, y de los campos de refugiados de la vecina Bangladés, donde son víctimas de un aumento de la criminalidad, las restricciones impuestas por las autoridades y la falta de esperanza.

En 2022, cerca de 3.500 personas de etnia rohinyá arriesgaron sus vidas en las peligrosas rutas marítimas del mar de Andamán y la bahía de Bengala y al menos 348 de ellas murieron o desaparecieron en esas travesías, según cifras de ACNUR.

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A pesar de que Indonesia había acogido hasta ahora sin problemas a los rohinyás, con quienes comparte en su mayoría la religión musulmana, durante las llegadas desde finales de 2023 ha surgido entre la población local una creciente hostilidad y rechazo, en parte alimentados por una campaña de desinformación en las redes sociales.

En agosto de 2017 el Ejército birmano desplegó una campaña militar contra los rohinyás en un brutal operativo que motivó el éxodo de más de 720.000 refugiados a Bangladés y por el que el país se enfrenta a una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya.