Los palestinos despiden a sus muertos en el campo de refugiados arrasado de Yenín

El Ejército de Israel da por terminada la operación de castigo en menos de 48 horas al comprobar su escasa efectividad porla fuga de más de la mitad de los milicianos

Diario Vasco, Mikel Ayestaran, 06-07-2023

Israel ha retirado a sus soldados y las armas callaron en el campo de refugiados de Yenín al norte de Cisjordania. Fueron 44 horas de operación militar que dejaron 12 palestinos, tres de ellos menores, y un miembro de las fuerzas especiales muertos, 120 heridos y recordaron a los años más duros de la Segunda Intifada. Cientos de familias que escaparon de los combates regresaron al campo y se encontraron con partes enteras arrasadas por los misiles lanzados por los drones de Israel, el fuego y la maquinaria pesada empleada por los uniformados. Sin tiempo para retirar los escombros, el campo se vistió de luto para despedir a los caídos en una gran procesión fúnebre en la que tomaron parte muchos de los milicianos que escaparon por un túnel al llegar los militares y regresaron tras su retirada.

El ministro de Defensa, Yoav Gallant, declaró que sus tropas cumplieron con éxito la misión de «destruir la infraestructura terrorista» y «una enorme cantidad de armas y explosivos», pero admitió que es un éxito parcial porque en el futuro «serán necesarias una o dos operaciones más» para acabar con la amenaza de la Brigada de Yenín, grupo formado por milicianos de Yihad Islámica y Hamás. Gallant admitió que «más de la mitad» de los 300 combatientes del grupo huyeron.

Los palestinos también clamaron victoria en medio de la desolación y la retirada del ejército en menos de 48 horas se interpretó como una señal de impotencia, de incapacidad de acabar con los milicianos. Los ciudadanos salieron a las calles del campo y de la ciudad de Yenín al grito de «¡Dios es grande!» y muchos de ellos arremetieron contra las oficinas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), ausente una vez más durante este episodio de extrema violencia. En Yenín acusaron a los responsables de seguridad de la ANP de estar coordinados con el enemigo y de abandonar sus posiciones antes de la llegada de los militares.

Cada día que pasa la ANP es un órgano más alejado de las calles de unos territorios ocupados fatigados por el avance sin freno de la ocupación. Mahmoud Abbás se ha convertido en un presidente a quien solo escuchan en el exterior porque en su casa no tiene influencia más allá de los muros de la Mucata (sede de la ANP) de Ramala. Este descontento favorece a los intereses de grupos como Hamás o Yihad Islámica, que siguen apostando por la lucha armada como forma de resistencia.

Críticas a la operación
En los medios israelíes las voces críticas con el gobierno censuraron esta operación que «como mucho tendrá el efecto de un paracetamol en una enfermedad terminal», escribió en Yedioth Ahronoth, el periodista y creador de la serie Fauda, Avi Issacharoff.

Negro balance
La incursión se cierra con doce habitantes del campo de refugiados y un soldado de las fuerzas especiales muertos
Tierra quemada
Gran parte del territorio quedó arrasado por los misiles y la maquinaria pesada usada por Israel
Críticas
Los habitantes acusan a Abbás de estar coordinado con el enemigo para desaparecer a tiempo
Tras la salida del ejército, las milicias palestinas lanzaron varios cohetes desde Gaza e Israel bombardeó la Franja. Los capítulos de violencia son cada vez más frecuentes desde la llegada del nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu, que cuenta con el apoyo del ultranacionalismo sionista. Con este tipo de operaciones cada vez más poderosas, el Ejecutivo vuelve a poner a prueba la respuesta de aliados en Occidente y en el mundo árabe. Como es habitual, desde la comunidad internacional se limitaron a enviar mensajes de «preocupación» y el gran temor es que uno de estos episodios se descontrole hasta convertirse en un choque a gran escala.

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