La calma vuelve a Francia tras un nuevo despliegue masivo de policía

Raperos e 'influencers' hicieron un llamamiento a poner fin a los disturbios, así como la abuela del joven fallecido en Nanterre

La Vanguardia, EUSEBIO VAL, 03-07-2023

La última noche ha sido la más tranquila en Francia desde que comenzó, el martes pasado, la grave ola de disturbios tras la muerte del joven Nahel en Nanterre, un suburbio de París, por un disparo de la policía. Un despliegue policial masivo, con 45.000 agentes sobre el terreno, logró imponer el orden. También tuvieron impacto los mensajes de conocidos raperos e influencers, así como la abuela del adolescente fallecido, instando a poner fin al vandalismo.

Este lunes habrá en París reuniones políticas de alto nivel para analizar lo ocurrido y tomar medidas. El país está conmocionado por las destrucciones, que han ocasionado daños materiales de mucha importancia y han supuesto un duro golpe a la imagen de Francia cuando falta solo un año para los Juegos Olímpicos de París 2024. La primera ministra, Elisabeth Borne, se reunirá con los líderes de los grupos parlamentarios. El presidente Macron lo hará con la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, y del Senado, Gérard Larcher. Macron recibirá el martes en el Elíseo a más de 200 alcaldes de municipios que sufrieron ataques a sus instalaciones municipales.

El domingo hubo ya cierto alivio porque la revuelta se mitigaba, pero con vigilancia máxima, porque la noche del sábado al domingo siguieron produciéndose episodios de extrema violencia. Los responsables políticos son todavía prudentes. La pasada noche hubo unas 80 detenciones, con una tendencia acusadamente a la baja.

Uno de los hechos más graves fue el ataque a la vivienda particular de un alcalde de la región parisina
La jornada del domingo estuvo dominada por el efecto emocional del ataque que se produjo contra el domicilio particular del alcalde de L’Haÿ-les-Roses –en la periferia sur de París–, Vincent Jeanbrun, del partido conservador Los Republicanos (LR). Durante la madrugada, unos individuos empotraron contra la casa unifamiliar un vehículo y le prendieron fuego. El objetivo era que se incendiase la vivienda. El alcalde estaba en el Ayuntamiento, convertido en un búnker, rodeado por unas barreras de hormigón y alambre de espino, pero en casa dormían la esposa y los dos hijos, de 5 y 7 años. En su precipitada huida de la vivienda, fueron atacados con fuegos de artificio de gran potencia. La mujer se fracturó la tibia al caer y terminó en el hospital. Uno de los hijos sufrió una contusión en el rostro.

Jeanbrun denunció “un intento de asesinato” y mostró su consternación por lo sucedido. No es la primera vez que las instalaciones municipales de esta localidad, famosa por su rosaleda, sufren ataques. El acoso contra políticos locales y diputados franceses es anterior a la actual revuelta. En el caso de L’Haÿ-les-Roses se ha tratado de un alcalde conservador. En otros lugares, son líderes locales de izquierda los que son blanco de ataques de elementos de extrema derecha como represalia por su política de solidaridad con inmigrantes y demandantes de asilo. Se trata de expresiones de distinto signo del clima crispado en que está sumido el país y el desafío sistemático a la autoridad. Cualquier representante del Estado, cualquier funcionario de uniforme –incluidos los bomberos, que ya eran con frecuencia agredidos en sus intervenciones antes de la revuelta– es considerado objeto legítimo de ataque por los jóvenes ebrios de caos y destrucción. En Nimes un agente recibió un disparo de pistola, pero se salvó gracias al chaleco antibalas.

Lee también
Otros 700 detenidos en Francia aunque la revuelta pierde intensidad
EUSEBIO VAL
Otros 700 detenidos en Francia aunque la revuelta pierde intensidad
Horas después del ataque a la casa del alcalde, la primera ministra, Elisabeth Borne, junto a los titulares de Interior, Gérald Darmanin, y de la Transición Ecológica y Cohesión de Territorios, Christophe Béchu, se desplazaron a L’Haÿ-les-Roses. Los acompañó la presidenta de la región Île de France, Valérie Pécresse. Acudieron para expresar su solidaridad con Jeanbrun y subrayar que no se tolerarán este tipo de atentados. “No vamos a dejar pasar nada, estaremos al lado de los alcaldes”, dijo Borne, quien calificó lo ocurrido de “ataque intolerable”. La fiscalía ha abierto una investigación por intento de asesinato.

La abuela de Nahel, Nadia, lanzó un mensaje a la calma y dijo que muchos están usando la muerte de su nieto “como pretexto” para el puro vandalismo. “A los que están destruyendo, les digo que paren –señaló la mujer en la emisora BFM-TV–. Que dejen de destruir las escuelas, los autobuses”.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)