Suecia se complica el ingreso en la OTAN al tolerar la quema del Corán frente a su mayor mezquita

El ministro de Exteriores turco califica de "despreciable" el acto provocador "en el Día del Cordero"

La Vanguardia, JORDI JOAN BAÑOS, 29-06-2023

La extrema derecha islamófoba, el exilio kurdo y la judicatura sueca parecen haberse conjurado para complicar el ingreso de Suecia a la OTAN. Este miércoles, Día del Cordero, un hombre ha profanado un Corán cerca de la Gran Mezquita de Estocolmo, protegido por un amplio dispositivo policial. La reacción del gobierno turco, destinatario final de la provocación, no se ha hecho esperar. “Condenamos este acto despreciable contra nuestro libro sagrado”, ha dicho el nuevo ministro de Exteriores, Hakan Fidan.

Turquía y Hungría mantienen el veto al ingreso de Suecia en la Alianza Atlántica, tras haberlo levantado en el caso de Finlandia, que había presentando su candidatura de forma simultánea. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha convocado a ambos países nórdicos, además de Turquía, a una reunión el próximo 6 de julio, en vísperas de la cumbre atlantista del 11 y 12 de julio en Lituania, en un intento de despejar in extremis las reticencias turcas.

El provocador presuntamente iraquí no ha trascendido si de origen kurdo, como muchos de los refugiados e inmigrantes iraquíes en el país escandinavo ha arrancado hojas del Corán, se ha limpiado la suela de los zapatos con ellas, luego lo ha embutido con lonchas de bacon y finalmente le ha prendido fuego, tras la barrera de protección policial, mientras algunos de los doscientos manifestantes le aplaudían y otros le imprecaban.

Uno de estos últimos, que intentó lanzarle una piedra, fue reducido por la policía. Al término de la provocación, y después de ondera una bandera sueca, su protagonista recibió también una denuncia policial por infringir la prohibición veraniega de encender fuegos y, según algunas fuentes, también por incitación al odio.

Horizontal
La policía sueca intervino para frenar a aquellos que protestaban contra el auto de fe tras el cordón de seguridad. Uno de ellos, que llevaba una piedra, fue interceptado. STEFAN JERREVANG / EFE
“Es inaceptable permitir estas acciones amparándose en el pretexto de la libertad de expresión”, ha dicho Hakan. “Tolerar un acto atroz de este tipo supone ser cómplice”.

“Especialmente antes de la cumbre de la OTAN, las autoridades de Suecia deberían poner fin a las provocaciones”, ha añadido el ministro de Justicia, Yilmaz Tunc. La performance echa por tierra algunos avances de Suecia, que recientemente ha aprobado una nueva legislación antiterrorista que debería facilitar algunas de las extradiciones solicitadas por Ankara de presuntos miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), sobre todo cuando existen pruebas de extorsión de su propia comunidad y cobro del impuesto revolucionario. Esta misma primavera ha habido una sentencia en Francia con varias penas de cárcel, en esa línea.

En el caso de Suecia, el exilio kurdo (procedente de Turquía, Irak, Irán y Siria y muy activo en las formaciones de izquierdas) ha protagonizado varias marchas en los últimos meses contra la aproximación a Turquía y la adhesión a la OTAN, vistas con recelo como dos caras de la misma moneda.

En enero pasado ya se produjo una quema del Corán en Estocolmo, a manos de un ultraderechista danés cuyo partido político apenas tiene votos. La policía sueca ha prohibido en ocasiones este tipo de actos por “motivos de seguridad”, pero las prohibiciones han sido recurridas por los interesados y sistemáticamente levantadas por los jueces, en nombre de la libertad de expresión.

Hoy, no obstante, la policía no se ha librado de la ira del imán de la mezquita: “Estaba en su mano, por lo menos, forzar un cambio de ubicación, pero se han negado”. Hoy es el primer día de la Fiesta del Cordero o del Sacrificio tan importante en el calendario musulmán como la Navidad para los cristianos. Los ciudadanos suecos que viven en países musulmanes difíciles se echan las manos a la cabeza por el riesgo para su integridad que suponen este tipo de provocaciones, en un país que hasta ahora había sido más conocido como ejemplo de acogida y no alineamiento.

La provocación sueca socava varios intentos de persuasión registrados en los últimos días, con una llamada, hoy mismo, entre el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, o la reunión, unos días antes, entre el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken y su homólogo turco.

Horizontal
El nuevo ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, ha protestado enérgicamente por la provocación, que pretende hacer descarrilar las negociaciones en curso entre Turquía y Suecia. LEAH MILLIS / Reuters
Hakan Fidan, ahora jefe de la diplomacia turca, no es un diplomático, ni siquiera un político al uso. Era, hasta hace un mes, el jefe del espionaje turco, al frente de la agencia MIT. Por este motivo, en algunos círculos ha empezado a ganarse el apelativo del “Putin turco”. El cargo le coloca en el disparadero de la posible sucesión de Erdogan, cuya salud vuelve a dar que hablar tras su indisposición de varios días en plena campaña. Su inesperado ascenso en detrimento del anterior ministro del Interior, Süleyman Soylu es comparado por algunos al ascenso de un todavía más oscuro agente de inteligencia, Vladimir Putin, hasta ser ungido por Boris Yeltsin.

Hakan comparte origen kurdo con el ministro de Finanzas, el de Sanidad o el viceprimer ministro. El voto kurdo será decisivo en las elecciones de la próxima primavera en Estambul, Ankara y otras grandes ciudades que el AKP de Erdogan aspira a recuperar. En Turquía, más que en otros países, la política internacional y la relectura de la historia mantienen el poder de decantar muchos votos.

Stoltenberg, por su parte, dice que “ha llegado el momento de dar la bienvenida a Suecia como miembro de pleno derecho de la OTAN”. Finlandia participará en la cumbre de Vilnius, por primera vez, como miembro de pleno derecho de la organización. Una victoria de la anterior primera ministra socialdemócrata, Sanna Marin, que no le sirvió para ganar las elecciones. Hoy gobierna en Finlandia una coalición de la derecha y la extrema derecha. En la misma Suecia, la socialdemócrata que inició las negociaciones de adhesión, Magdalena Andersson, fue descabalgada pocos meses después por el conservador Ulf Kristersson.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)