La mayoría de los germanos orientales, los antiguos ciudadanos de la desaparecida comunista República Democrática Alemana, está insatisfecha con la democracia y una buena parte de ellos desea un régimen dictatorial con un ‘Führer’ que dirija con mano dura el país. Eso se desprende de una encuesta realizada por el Instituto Else Frenkel Brunswik de la Universidad de Leipzig en los llamados nuevos estados federados, las regiones de Mecklemburgo-Antepomerania, Sajonia-Anhalt, Brandeburgo, Sajonia, Turingia y Berlín Oriental para analizar, entre otras cosas, las causas de la popularidad y los éxitos electorales de la ultranacionalista Alternativa para Alemania (AfD), que en algunos de esos estados es ya primera fuerza política en intención de voto.

El estudio presentado este miércoles destaca que, aunque un 90% de los encuestados apoya «la democracia como idea», menos del 50% está satisfecho «con la democracia de la República Federal de Alemania» y casi un 80% opina que «carecen de influencia en las decisiones del Gobierno». Esta apreciación es un «signo alarmante» de que para muchos germanos orientales la democracia no los representa, destaca el análisis del instituto de estudios democráticos, que ha registrado que la cuarta parte de los antiguos ciudadanos de la extinta RDA se siente como un perdedor del cambio tras la caída del Muro de Berlín y ni siquiera la mitad considera que ha ganado algo con la supresión del régimen comunista y la reunificación del país.

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Juan Carlos Barrena
Es más, dos terceras partes de los encuestados declaran que añoran la desaparecida República Democrática Alemana. «Nuestra investigación muestra que actualmente mucha gente en los estados germanos orientales no desea mayor participación democrática y asegurar los valores fundamentales democráticos, sino la aparente seguridad de un estado autoritario», explica Oliver Decker, uno de los autores del estudio. El resultado del cuestionario realizado entre los ciudadanos del este del país está lleno de respuestas preocupantes para las autoridades nacionales y regionales. Más del 30% suscribe total o parcialmente la afirmación de que, «por interés nacional y en determinadas circunstancias, una dictadura es la mejor forma de Estado».

Más del 50% piensa que «lo que Alemania necesita ahora es un partido fuerte que represente a la total comunidad popular» y un 33% defiende que «deberíamos tener un ‘Führer’ que gobierne Alemania con mano fuerte por el bien de todos». Es más, casi un 32% respalda total o parcialmente la afirmación de que «los alemanes son superiores a otros pueblos por naturaleza», casi el 30% cree que «los judíos trabajan más que otra gente con trucos sucios para alcanzar lo que desean» y más del 20% piensa que «sin el exterminio de los judíos, Hitler sería contemplado como un gran estadista».

La xenofobia y el racismo latentes entre muchos ciudadanos de los nuevos estados federados quedan patentes también en el hecho de que casi el 70% de los encuestados suscribe la afirmación de que «los extranjeros sólo vienen a aquí para aprovecharse de nuestro estado social». El análisis destaca que las posiciones más extremistas de derechas se registran en Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia, los estados germanos orientales más sureños, «donde es especialmente alto el potencial para los partidos de ultraderecha y neonazis de encontrar electores», comenta Elmar Brähler, catedrático de Ciencias Políticas y otro de los autores del estudio.

Casi un 32% respalda la afirmación de que «los alemanes son superiores a otros pueblos por naturaleza»
El análisis adquiere una especial importancia ante el auge que registra desde hace meses la populista Alternativa para Alemania, que ha conseguido conquistar al electorado potencial de extrema derecha. Los autores de la investigación subrayan, sin embargo, que las personas con una ideología ultraderechista son en una buena parte gente que se abstiene de votar. Pero advierten de que si AfD consigue atraerlos y movilizarlos, registrará un apreciable incremento de votos en próximas elecciones.