Tocan al timbre, pero nadie contesta. Los policías insisten y esperan un par de minutos, aunque la puerta sigue sin abrirse. Perfectamente equipados, los agentes gesticulan y se dan indicaciones frente a la entrada de un domicilio de Málaga. En realidad, se trataba de un ‘call center’ desde el que presuntamente se gestionaban encuentros con mujeres que eran explotadas sexualmente en Francia.

Se acabó la espera. Tras una última llamada, uno de los efectivos da la orden y pasan al plan ‘b’. Acto seguido, su compañero revienta la puerta con ayuda de un ariete en una maniobra rápida y eficaz. Los funcionarios se adentran en el domicilio al más clásico estilo: «¡Policía, policía!».

Se trata de uno de los dos registros que se han realizado en Málaga para tratar de desarticular una trama que explotaba a mujeres en Francia. La operación policial, desarrollada en colaboración con la Europol, ha permitido la liberación de siete mujeres de origen sudamericano en el país galo, así como el arresto de cuatro personas por su presunta implicación en la trama.

La investigación se inició en España a partir de una Orden Europea emitida por las autoridades francesas, siendo la misma tramitada por la Fiscalía de Cooperación de Málaga y derivada al Juzgado de Instrucción de la ciudad.

Así, las pesquisas llevaron a los agentes a constatar la existencia de una red criminal de carácter transnacional. Tras captar a sus víctimas, la mayoría jóvenes de origen sudamericano, estas eran supuestamente explotadas en Francia.

Paralelamente, la trama contaba con un importante centro logístico en Málaga, donde se había establecido un servicio de ‘call center’ para recibir las llamadas de los hombres dispuestos a pagar por sexo, concertando desde aquí los encuentros sexuales. Parte de los anuncios publicados en Internet para ofrecer los servicios también se difundían desde nuestro país.

La investigación, en la que ha colaborado EUROPOL, la Agregaduría de España en Francia y autoridades francesas, ha finalizado con cinco entradas y registros en domicilios de Málaga (2) y Francia (3), en los que se han incautado 1.500 euros en metálico, 26 terminales móviles y diversa documentación relevante para la investigación.