43 de los 51 inmigrantes rescatados en aguas de Malta son trasladados a Madrid

España acogerá a dieciocho, Italia a diez, Acnur a otros diez, Andorra a cinco y Malta autorizó la residencia de ocho La isla sólo permitió el desembarco cuando aterrizaron los dos aviones españoles que trasladarían a los 'sin papeles'

Diario Vasco, 22-07-2006

BORJA PRADA/

MADRID. El Francisco y Catalina, que recogió el pasado 14 de julio a 51 inmigrantes frente a las costas de Malta, pudo atracar ayer en el puerto de La Valetta, una vez que el Gobierno de Rodríguez Zapatero solucionase a última hora los problemas surgidos en el reparto de los náufragos. Libia se negó a acoger a los 10 inmigrantes que había aceptado el pasado miércoles y la delegación de Acnur en España tuvo que hacerse cargo de ellos. Ocho de los náufragos se quedaron en la isla, y el resto voló a Madrid en dos aviones fletados por el Ejecutivo.

Poco antes de las tres de la tarde el pesquero llegó al puerto de la capital maltesa después de que las autoridades de ese país autorizasen el atraque. Acompañado en todo momento por la patrullera que ha estado vigilando sus movimientos desde que recogió a los inmigrantes hace casi una semana, la nave entró en el fondeadero con gestos de emoción de la tripulación y los recogidos.

La llegada, prevista para el jueves por la mañana, se retrasó porque las autoridades maltesas exigieron que hasta que los aviones no hubiesen llegado no autorizarían el desembarco. Una vez que los aparatos tomaron tierra a eso de las siete de la tarde del jueves, los marineros recibieron la orden de poner rumbo al puerto. Sin embargo, al cuarto de hora el barco fue obligado a regresar.

A bordo reinó el desconcierto y el desánimo. La situación incluso se volvió tensa pues los víveres empezaban a escasear. Además, los diez miembros de la tripulación llevaban siete días conviviendo con los 48 inmigrantes – tres habían sido trasladados a un hospital por su estado de salud – en apenas 50 metros cuadrados y el calor empezó a hacer mella. La embajadora española en Malta, Marta Vilardel, en un intento de tranquilizar la situación, llamó al Francisco y Catalina para informar al capitán de que había surgido «un pequeño problema con Libia»: el país magrebí no quería a los diez eritreos que se comprometió.

El barco, que permaneció en el mismo sitio que los días anteriores, recibió a las 12 del mediodía de ayer una nueva orden. Debía enfilar la proa rumbo a La Valetta. Encendieron los motores aunque con el recelo de que se volviese a repetir la situación del día anterior. Nada más llegar a puerto, las autoridades maltesas trasladaron a los subsaharianos en autobuses al aeropuerto, en el que esperaban los dos aviones fletados por el Ministerio de Defensa y partieron a Madrid. Viajaron 43 personas, pues ocho se quedaron en la isla.

Los miembros del pesquero, una vez que dejaron en tierra a los náufragos en medio de emotivas escenas de amistad y agradecimiento, volverán a zapar para seguir con su pesca en aguas maltesas hasta finales de agosto.

No obstante, el cocinero del pesquero, Jaime Valero, se encontraba anoche en observación médica en un hospital de La Valeta por tensión alta. Pepi Irles, mujer del primer patrón del pesquero, José Durá, agregó, no obstante que el estado de salud del cocinero no revestía ninguna gravedad.

Ásperas negociaciones

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, hizo un llamamiento para afrontar este «desafío conjuntamente» y pidió a los países de la UE «buscar soluciones colectivas. Era un barco europeo que llegó a un país europeo. La respuesta debía ser europea», sentenció en un tono que evidenció al malestar hacia la actitud maltesa.

Después de las ásperas negociaciones, el acuerdo se cerró entre España, Andorra, Italia y Acnur. España, que acogerá a 18 de los inmigrantes, gestionó el traslado de todos a Madrid. La vicepresidenta aseguró que el Gobierno «acelerará los trámites» para que los inmigrantes lleguen pronto a sus países de destino. En Italia se quedarán diez, Andorra recibirá a otros cinco y Acnur en España se hará cargo de los diez que iba a acoger Libia. Estos últimos probablemente sean trasladados a Holanda.

La mayoría de los que se queden en España son de nacionalidad marroquí y serán repatriados a Marruecos. Los dos países tienen un acuerdo de inmigración que así lo estipula. COLPISA

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