Baloncesto

Los cuatro hermanos Antetokounmpo: perseguidos por el racismo, orgullosos de Grecia, amenaza para España

El cuarteto que lidera Giannis, dos veces MVP de la NBA, se enfrenta este martes a la selección en un amistoso de preparación

El Mundo, Andrés Aragón, 08-08-2022

Cuando Giannis Antetokounmpo fue elegido en el draft de la NBA, su hermano Thanasis lo abrazó ondeando la bandera de Grecia. Al poco tiempo le preguntaron por la escena a Nikolaos Michaloliakos, líder de Amanecer Dorado, un partido neonazi que fue declarado organización criminal en 2020, pero que hace una década vivía su apogeo al calor de la crisis económica que azotaba el país. “Si le damos a un mono un plátano y una bandera, ¿es griego?”, respondió.

La escena tampoco le hizo mucha gracia a Giannis, aunque por motivos muy distintos. Sus padres, nigerianos, llegaron a Grecia como inmigrantes ilegales en 1991 y tuvieron cuatro hijos. Todos nacidos en Atenas, todos con nombres griegos. Thanasis, Giannis, Konstantinos, Alexandros. Pensaron que así les sería más fácil encontrar su sitio. Pero a ojos de muchos no eran griegos. Eran negros.

“Hay gente que dice, ‘Es negro. Los griegos no son negros’. Y les intentas explicar que no es una cosa del color del piel. Mis padres crecieron en Nigeria, pero yo no he estado allí en mi vida. Si no soy griego, no sé lo que soy”, confesó Giannis en Sports Illustrated.

Como hijos de inmigrantes ilegales, los hermanos Antetokounmpo no tenían papeles. A Giannis le dolió que Grecia solo les concediera la nacionalidad a él y a Thanasis un par de meses antes del draft de 2013, cuando estaba claro que tenían futuro en el baloncesto. Y qué habían sido toda su vida, si no griegos.

Era orgullo herido y no rechazo a un país del que se siente hijo. Hace unos días, Giannis compartió una foto con sus tres hermanos. Todos con la camiseta de la selección griega de baloncesto. Los cuatro podrían jugar este martes a las 18:00 horas contra España el primer amistoso de preparación para el Eurobasket.

DE LA CALLE AL PARQUÉ

Giannis Antetokounmpo creció siendo un niño mantero. Con seis años era muy pequeño para entender la situación de su familia, pero no para aprender que tener un plato de comida dependía de lo que vendiera en la calle con sus hermanos. Creció callando el hambre el día que no había para todos. Esperando al siguiente desahucio. Temiendo que hubieran deportado a sus padres si tardaban en llegar. Con miedo a salir a la calle.

Giannis quería ser futbolista como su padre, Charles, que había llegado a profesional en Nigeria. De hecho odiaba el baloncesto, y si accedió a probarlo junto a Thanasis fue solo porque el cazatalentos de un equipo local, el Filathlitikos, prometió a cambio ayudar a su familia. Tenían que compartir zapatillas porque solo tenían un par y eran, han confesado sus entrenadores, francamente malos. El futuro era inimaginable.

Tan difícil de creer como el mail recibió un día de 2012 Willy Villar, por entonces director deportivo del Basket Zaragoza. Un vídeo de calidad pésima en el que un chico imposible dominar en una cancha de baloncesto. Giannis no podía salir de Grecia porque no tenía papeles, así que Villar se plantó en el país. El resto es historia conocida. El contrato con el club maño, la elección de los Milwaukee Bucks, el ascenso a las estrellas.

En ‘Giannis: The Improbable Rise of an NBA MVP’ (‘El ascenso improbable de un MVP de la NBA’), la periodista Mirin Fader asegura que Villar pidió a sus agentes que hicieran lo posible para que el chico pudiera llegar a España. Presionar al gobierno griego, algo que la Federación helena llevaba tiempo haciendo sin éxito, probar la vía de Nigeria o llegado el caso, tantear a España. Esto último nunca pasó de idea peregrina. El gobierno griego solo le concedió la nacionalidad cuando supo que iría a la NBA.

UNA CUENTA PENDIENTE

Unas semanas después de renunciar al Eurobasket de 2017 por una lesión de rodilla, el mural de Giannis Antetokounmpo que adorna la cancha del barrio de Sepolia donde solía jugar con sus hermanos amaneció vandalizado. Alguien había pintarrajeado su cara y pintado alrededor esvásticas. La acción se repitió hace dos años, cuando se pronunció sobre el problema del racismo y el movimiento Black Lives Matter.

Sofoklis Schortsanitis, a quien conoció un par de años antes de llegar a la NBA, nacido en Camerún y de padrastro griego, también sufrió estos ataques de este tipo. “Según los ideales de la raza griega, Schortsanitis no es griego”, declaró en televisión un portavoz de Amanecer Dorado. “¿En qué quieren que nos convirtamos? No deberíamos confundir perros pequineses con labradores. Dios los ha hecho así, y así deben quedarse”.

A nadie se le escapa que, de los cuatro hermanos, Giannis y Thanasis son los únicos con opciones claras de jugar el Eurobasket. Kostas y Alex, los pequeños, van de invitados, pero su presencia en esa foto es un mensaje para esa parte (muy minoritaria, pero real) de la afición del país que no los asume como plenamente griegos.

Giannis Antetokounmpo hace patria con su apodo, ‘The Greek Freak’, el nombre con que se le conoce en todo el mundo. Con él ha ganado dos veces el MVP de la NBA y en 2021 el anillo de campeón. Pero tiene una cuenta pendiente, rendir en el baloncesto FIBA con la selección al mismo nivel que con los Milwaukee Bucks.

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