Madrid – La diplomacia de Malta, España, Libia y de la UE negocia, ajena al
drama que se vive en el «Francisco y Catalina», qué Estado acoge a los 51
«sin papeles» rescatados el viernes pasado por el pesquero español.
Mientras, 61 personas malviven hacinadas desde hace cinco días en los 25
metros de superficie de la embarcación. Mujeres y hombres descansan por la
noche en la bodega del pesquero, unos encima de otros. «Hay tanta gente
hacinada que los inmigrantes se salen hasta por las ventanas», relata el
cocinero del barco. Los subsaharianos, conscientes del abandono que sufren
por las autoridades internacionales, «intentan no molestar. Cuando
pasamos, nos sonríen en prueba de agradecimiento», añade.
   A la falta de espacio se suma ahora la merma de víveres. Ya prácticamente
no queda comida ni agua. Por eso se espera como maná caído del cielo que
llegue de nuevo un buque con alimentos. En tan sólo dos días, los 51 «sin
papeles», «muertos de hambre», dieron buena cuenta del pan que el barco
portaba para dos meses de travesía. Ahora tripulantes e inmigrantes se
alimentan a base de espaguetis y arroz mezclado con salchichas y huevo
duro. Éste es el menú que desde hace cinco días sirve el cocinero de la
embarcación.
   Por si fuera poco, la depresión empieza a hacer
estragos entre la tripulación. Orgullosa de su gesta, comienza a sentirse
presa de su propia hazaña.
   Aunque el desenlace a esta tragedia
humana se producirá en las próximas horas, la desgracia parece que campa a
sus anchas en el pesquero español. Dos mujeres subsaharianas, una de ellas
embarazada, sufrieron ayer altas fiebres.
   Todos o ninguno. Pese a la
enfermedad y la miseria, los inmigrantes lo tienen claro: o todos
abandonan el barco o de allí no se mueve nadie. Por eso una de las dos
mujeres, que presentan «un preocupante estado de salud», se negó a
desembarcar para recibir en Malta atención sanitaria, «si el resto de los
inmigrantes no son también llevados a tierra», según informó el armador y
patrón del pesquero al gerente de la Asociación de Armadores del Puerto de
Carboneras (Almería). Sin embargo, fuentes italianas aseguraron ayer que
tres inmigrantes fueron atendidos en tierra de una patología aún
desconocida.
   Los dos policías españoles, encargados de colaborar en
la identificación de los «sin papeles», llegaron ayer por la tarde a la
zona. Sin embargo, el segundo patrón del «Francisco y Catalina», Bautista
Molina, cuestiona la utilidad de las tareas de estos dos policías. A su
juicio, no es la solución, informa Efe. Malta ha aceptado que se desplacen
al pesquero para identificar a los 51 inmigrantes rescatados en aguas
maltesas para proceder después a su repatriación.
   La
Generalitat Valenciana compensará económicamente a los pescadores del
barco de Santa Pola (Alicante) «Francisco y Catalina» por las pérdidas que
están sufriendo por el rescate de los 51 inmigrantes, según confirmó el
consejero de Agricultura. Juan Cotino permanece en contacto permanente con
el presidente de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola para facilitar el
soporte que necesiten los pescadores.