Tres de los 51 inmigrantes subsaharianos que se encuentran a bordo del pesquero español Francisco y Catalina, bloqueado en aguas cercanas a la isla de Malta, han sido trasladados a un hospital de La Valeta, según han informado este martes en Palermo fuentes locales italianas. La decisión fue adoptada por los médicos que visitaron ayer el barco español, cuyos tripulantes recogieron el pasado viernes a los inmigrantes en aguas del Mediterráneo de la embarcación en la que navegaban a la deriva, aunque se desconoce qué tipo de patología aqueja a los hospitalizados en el centro médico de la capital maltesa.

Según las mismas fuentes, a Malta llegaron en las últimas horas miembros de la Guardia Civil española y expertos de la policía de fronteras para estudiar la situación, ante la negativa de las autoridades de ese país de aceptar a los 51 inmigrantes, que al parecer proceden de Eritrea y entre los que se encuentran ocho mujeres y un niño. Además, el secretario de Estado para la Unión Europea, Alberto Navarro, ha declarado que hoy continuará la identificación por parte de dos policías españoles y un médico maltés de las 51 personas rescatadas.

Negociaciones

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), cuya sede está en Ginebra, pidió ayer al Gobierno de La Valeta que acoja al menos de forma temporal a los inmigrantes, que se amontonan en la cubierta del pesquero español, de solo 26 metros de eslora, a la espera de una solución. Sin embargo, el Gobierno maltés insiste en que Madrid debe hacerse cargo de los naúfragos.

Además, el Gobierno español negocia con Libia para que este país acepte la repatriación de los inmigrantes, una vez que Malta permita su desembarco.

Después de rescatar a las 51 personas en alta mar, el pesquero se dirigió al puerto de La Valeta, pero cuando se aproximaba a tierra una patrullera maltesa advirtió al capitán del barco de que las autoridades de Malta no admitían la entrada de los inmigrantes. El segundo patrón del pesquero español, Bautista Molina Soler, ha asegurado a Efe en conversación telefónica que la tripulación volvería a recoger a más inmigrantes si los viera a la deriva, “sin ninguna duda”.