Biden condena la matanza racista de Búfalo: “La supremacía blanca es un veneno que corre frente a nuestros ojos”

El mandatario de EE UU ofreció sus condolencias a familiares de las víctimas de la masacre y rindió homenaje a la policía y al personal sanitario

La Razón, VANESSA JAKLITSCH, 19-05-2022

El presidente de Estados Unidos y la primera dama visitaron este martes Búfalo para ofrecer sus condolencias a los familiares de las víctima de la matanza del sábado y rendir homenaje a personal del servicio sanitario y a las autoridades policiales estatales y locales. La mayor masacre acontecida en el país en lo que va de año, organizada de manera premeditada por Payton G. Gendron, supremacista blanco de 18 años, dejó un trágico balance de diez víctimas mortales y otras tres personas heridas de bala.

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“Jill y yo rezamos por las víctimas, sus familias y la comunidad devastada por el tiroteo masivo en Búfalo, Nueva York. Nuestros corazones están apesadumbrados una vez más, pero nuestra determinación no debe vacilar”, señaló Joe Biden antes del viaje. “Debemos trabajar juntos para abordar el odio que sigue siendo una mancha en el alma de esta nación”, añadió el mandatario estadounidense.

FOTO: MATT ROURKE AP
El asaltante del supermercado de Búfalo había adelantado en un manifiesto los detalles de su ataque y su intención de acabar con el mayor número posible de personas de raza negra. Supremacista blanco confeso, su “crimen de odio por motivos raciales” responde a la teoría del “gran reemplazo”, que argumenta que los estadounidenses corren el peligro de ser reemplazados por personas de color.

Durante el evento de homenaje a las víctimas organizado en Búfalo en el lugar de la tragedia, en un barrio predominantemente negro, la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, acompañada por senadores y congresistas, representantes estatales y locales y el alcalde de Búfalo, Bryon Brown, invitaron al presidente Joe Biden a subir el escenario.

“La ideología del supremacismo blanco no tiene cabida en Estados Unidos”, dijo Biden desde la pista de baloncesto del Centro Comunitario Delavan Grider, en Búfalo, frente a un centenar de asistentes. “El silencio es complicidad. No podemos manteneros callados”, agregó el presidente demócrata en alusión a sus rivales políticos en el que ha sido con toda probabilidad su discurso más emotivo desde que llegó a la Casa Blanca.

Una de las pocas voces republicanas en denunciar repetidamente la violencia de la extrema derecha ha sido la congresista Liz Cheney, quien precisamente denunció que “el liderazgo republicano de la Cámara ha permitido el nacionalismo blanco, la supremacía blanca y en antisemitismo”.

Las cifras no dejan lugar a dudas: aumentan dramáticamente los crímenes por ideología de extrema derecha en Estados Unidos, un 55% por ciento de ellos vinculados al supremacismo blanco, según datos de Liga Anti-difamación. En la última década, se han contabilizado cerca de 450 asesinatos cometidos por extremistas políticos, el 75 por ciento de los cuales a manos de la considerada extrema derecha, el 20% por extremistas islámicos y otro 4% por la izquierda radical.

Casi la mitad de los crímenes cometidos en el país durante ese período de tiempo tienen como responsables a supremacistas blancos. El último de ellos, la matanza de Búfalo, en Nueva York, este pasado fin de semana.

“El supremacismo blanco es un veneno” denunció el presidente de Estados Unidos desde el lugar de los hechos, justo después de que el matrimonio presidencial, Joe y Jill Biden, se reunieran con los sobrevivientes de la matanza y los familiares de las víctimas durante un acto privado.

El presidente demócrata también compartió historias de las víctimas y denunció repetidamente la masacre calificándola como un acto de “terrorismo doméstico”, alertando de la creciente amenaza del “odio que, a través de los medios, la política, internet, ha radicalizado a individuos enfadados, alienados, perdidos y aislados haciéndoles creer falsamente que serán reemplazados”, enfatizó Biden.

“Lo que sucedió aquí es simple y directo. Terrorismo. Terrorismo. Terrorismo doméstico”, recalcó el líder demócrata como crítica directa contra la anterior Administración, que evitó denunciar en numerosas ocasiones los actos de violencia de la extrema derecha.

“El veneno, esta violencia, no puede ser la historia de nuestro tiempo”, destacó Biden antes de barrer para casa al reconocer que, aunque la violencia no pueda detenerse por completo, “podemos mantener las armas de asalto fuera de nuestras calles”. Uno de los temas principales de división política y social en el país y para el que demócratas y republicanos ya se están preparando defender frente a sus votantes en las próximas elecciones presidenciales de mitad de mandato, previstas para el 8 de noviembre de este año.

El histórico asalto al Capitolio también responde a ese aumento de violencia extrema provocada por mentalidades radicales que han visto reforzadas sus ideologías desde las cúpulas más altas del poder. Los datos del FBI también alertan sobre los delitos de odio contra afroamericanos, que ha aumentado un 9,1% en apenas dos años: en 2020 se registraron 2871 frente a los 1972 respecto a 2019. Además, en los cinco años anteriores, las personas de raza negra han sido víctimas de la mitad del total de los ataques causados por prejuicio racial, étnico o de ascendencia.

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