Refugiados ucranianos emprenden el regreso por la falta de oportunidades

El idioma, las dificultades para alquilar pisos y el ansia por ver a los suyos alientan la marcha

La Vanguardia, ROSA M. BOSCH, 19-05-2022

Poco después de que estallara la guerra en Ucrania, Alyona Ostashevska, profesora de inglés; su hijo Andrii, de 17 años, y su hija Anna, de 14, dejaron su hogar, en Kyiv, aterrorizados por las bombas. A principios de marzo, ya estaban instalados en un piso de Reus cedido de manera altruista por sus propietarios. Pero la necesidad de estar cerca de su marido, oficial de policía, y de facilitar el acceso a la universidad a Andrii impulsaron a Alyona a regresar a casa. Decenas, quizás centenares de personas, han emprendido el viaje de vuelta a Ucrania o a países fronterizos como Polonia o Hungría desde Catalunya, a pesar de la incertidumbre que reina sobre el futuro más inmediato.

Siete minutos para estar al día. Y todo el tiempo que quieras para saber más. No te pierdas Las claves del día en tu mail cada mañana¡Recíbela!

Sí, sabemos que algunos refugiados se han ido o quieren irse, son los que proceden de Kyiv y del oeste de Ucrania, pero el Gobierno advierte que aún es peligroso volver
Olha Dzyuban
Asociación Djerelo
Detrás de esta decisión asoman diferentes motivos, tal como apunta Olha Dzyuban, de la asociación Djerelo, que agrupa a miembros de la comunidad ucraniana en Catalunya. “Sí, sabemos que algunos refugiados se han ido o quieren irse, son los que proceden de Kyiv y del oeste de Ucrania, pero el Gobierno advierte que aún es peligroso volver. Algunos quieren comprobar cómo están sus casas, recoger documentos y otras cosas que dejaron, ver a sus familiares y después quizás volver aquí. Calculo que ya han partido más de un centenar de mujeres y niños”, explica Dzyuban, que trabaja en el consulado de Barcelona.

Lee también
La llegada de refugiados ucranianos pone a prueba el sistema de acogida
ROSA M. BOSCH
04022022 Albergue de Comarruga ,Xanascat Dónde ciudadanos, turistas y efugiados Ucranianos están instalados a causa de la guerra en su país 
A pesar de que, a diferencia de otros refugiados, los ucranianos pueden obtener de manera automática en la Unión Europea la protección temporal, y consiguientemente el permiso de trabajo y residencia, las dificultades a las que deben hacer frente a veces son insuperables. “Tienen problemas con el idioma, la mayoría son universitarios y es prácticamente imposible que puedan conseguir un empleo relacionado con su formación. Hay personas que disponen de dinero para pagar el alquiler de una vivienda pero al no tener una nómina no pueden hacerlo. También se da el caso de los que han pasado unos días aquí y luego han viajado a Estados Unidos, Canadá u a otros países”, considera Dzyuban.

Dasha Kuznetsova llora de impotencia cuando explica que le resulta imposible arrendar un piso al no cumplir las condiciones exigidas, como tener un contrato de trabajo
Dasha Kuznetsova llora de impotencia cuando explica que le resulta imposible arrendar un piso al no cumplir las condiciones exigidas, como tener un contrato de trabajo. Dasha y su hija, Daryna, de 9 años, viven ahora en un apartamento de Calafell que les ha cedido Denis Tulajdon, ucraniano establecido en Barcelona desde hace nueve años, pero que deberían dejar dentro de tres semanas. Esta diseñadora gráfica cuenta que cada mes su marido, programador en Kyiv, le manda dinero con el que podría pagar las mensualidades. Ante esta situación, afirma que si las cosas no cambian deberá regresar a su país. Por un lado, es una alternativa que a ella no le desagrada, desea reunirse lo antes posible con los suyos. Por otra parte, no quiere que su hija se vea sometida de nuevo a una situación de estrés, todavía está traumatizada por el ruido de las bombas y las sirenas. Aquí va a la escuela y se siente segura, aunque echa mucho de menos a su padre y su hogar. Opina que el mejor momento para partir no llegará hasta que la guerra acabe.

“Otro problema es que en Calafell no tenemos clases de castellano, lo estoy aprendiendo por internet”, explica en inglés.

Sí, hemos detectado que hay refugiados que regresan; la gran mayoría dejaron a maridos, padres, hermanos e hijos y sienten el impulso emocional de volver
Mireia Mata
Secretaria de Igualtats
“Sí, hemos detectado que hay refugiados que regresan; la gran mayoría dejaron a maridos, padres, hermanos e hijos y sienten el impulso emocional de volver. Son personas que nada más llegar ya dijeron que estarían aquí poco tiempo”, detalla Mireia Mata, secretaria de Igualtats de la Generalitat. No existen cifras de cuántos han dejado Catalunya, pero en todo caso se estima que como mínimo un centenar.

Lee también
Más de 3.000 personas se registran para acoger a niños de Ucrania
ROSA M. BOSCH
30032022 Nikita niño ucraniano y padre de acogida. Escola Cor de Roure, , Santa Coloma de Queralt
Mata precisa que, según las últimas cifras de su departamento un total de 21.181 ucranianos viven en Catalunya, en alojamientos comunitarios, en hoteles y en casas de familiares o de conocidos; que se han emitido 7.000 tarjetas sanitarias, y que más de 4.400 niños y jóvenes están escolarizados.

El ritmo de personas que pasan por el centro de Fira de Barcelona ha bajado a una media de entre 80 y 100 diarias, de las cuales la mitad están en tránsito hacia otros destinos
Enric Morist, coordinador de la Cruz Roja en Catalunya, constata que el ritmo de personas que pasan por el centro de atención de Fira de Barcelona “ha bajado a una media de entre 80 y 100 diarias, de las cuales la mitad están en tránsito hacia otros destinos”. Morist calcula que alrededor de un 10% , entre ocho y diez al día, emprenden el retorno a casa o a países fronterizos con Ucrania. Asimismo, Cruz Roja gestiona ahora el alojamiento en hoteles y albergues de 34 municipios de 5.000 personas, mil menos que hace unas semanas.

“Los hoteles de Catalunya están llenos y queremos bajar la ocupación, por eso, desde finales de marzo, derivamos a otras comunidades a las personas que llegan a Barcelona, excepto a las que tienen familiares directos aquí, las que siguen tratamientos médicos o las que deben quedarse por algún otro motivo de fuerza mayor”, añade Morist. Este operativo del programa de acogida de los refugiados lo financia el Ministerio de Inclusión.

Lee también
Los municipios piden un reparto equitativo de los refugiados de Ucrania
CRISTINA SEN
Horizontal
Ahora no tengo planes, no podemos hacer previsiones. Tras salir de Reus estuvimos un mes en Lublin (Polonia), donde se ha quedado mi hijo Andrii para empezar el próximo curso en la universidad, en España no tenía opciones
Alyona Ostashevska
Refugiada que ha regresado a Kyiv
“Ahora no tengo planes, no podemos hacer previsiones. Tras salir de Reus estuvimos un mes en Lublin (Polonia), donde se ha quedado mi hijo Andrii para empezar el próximo curso en la universidad, en España no tenía opciones. Hace una semana que llegué con mi hija y dos tías a Kyiv. Me siento feliz de estar en casa, pero también preocupada por la niña, espero que en septiembre pueda ir a la escuela, ahora sigue las clases en línea”, cuenta Alyona entre la esperanza y la incertidumbre. Sentimientos que albergan las personas a las que la guerra les ha cambiado la vida.

¿Un fondo para avalar el alquiler?
“Para alquilar un piso las agencias piden nómina, contrato de trabajo, vida laboral…, requisitos que no puede cumplir ningún refugiado ucraniano, por eso estamos estudiando crear una fundación para recoger fondos destinos a avalar a los que quieran arrendar”, explica Denis Tulajdon, de la asociación Djerelo. Este ciudadano ucraniano residente en Catalunya indica que no son pocas las familias que pueden satisfacer un alquiler moderado pero que, quizás, la única forma de hacerlo es poder aportar una suma que equivalga a doce mensualidades más la fianza, una suerte de aval. Sería la fundación impulsada por la comunidad ucraniana la que, en caso de prosperar esta iniciativa, actuaría como avalista.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)