Responsabilidad compartida en migración, un imperativo regional

El multilateralismo cobra una relevancia fundamental para hacer frente a un fenómeno que rebasa fronteras

El País, DANA GRABER LADEK, 17-05-2022

Miles de personas están llegando de nuevo estas últimas semanas a las fronteras de México. Su arribo en grandes grupos continúa. Son flujos mixtos de personas haitianas, centroamericanas, caribeñas, de América del Sur, incluso un goteo de migración extrarregional de lugares tan disímiles como Angola, Senegal, Kirguistán o Nepal.

Tan solo en el primer trimestre de 2022, poco más de 77.600 personas han sido puestas a disposición de la autoridad migratoria para dar inicio a procesos administrativos, de las cuales un 15% son niñas, niños y adolescentes (NNA), y poco más de 3.000 de ellos se encuentran no acompañados.

Entre 1990 y 2020, América del Norte se convirtió en el destino de 59 millones de personas migrantes internacionales, abarcando el 20,9% del total de 281 millones de personas migrantes que hay en el mundo, según el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2022.

En su mayoría ven a Estados Unidos como el destino final de su proceso migratorio, un momento decisivo en sus vidas que, en muchos de esos casos, está propiciado por la pobreza, el cambio climático, la incertidumbre, la inestabilidad política o una crisis económica agravada en el contexto de la pandemia. En suma, por una multiplicidad de causas que hacen del fenómeno migratorio una realidad compleja y dinámica.

2021 fue un año récord en diversos aspectos de la dinámica migratoria, destacando el aumento exponencial de flujos migratorios hacia Norteamérica por el Tapón del Darién, la región selvática que separa a Colombia y Panamá. En 2021, el 38 por ciento de las entradas irregulares en dicha región fueron mujeres, mientras que el 17 por ciento fueron niñas, niños y adolescentes (NNA). Los flujos migratorios que llegan al Darién siguen aumentando. De enero a abril de este año, se registraron 19.092 entradas en contraste con las 11.487 del mismo período de 2021 (un 66,2% más).

El multilateralismo cobra una relevancia fundamental para hacer frente a un fenómeno que rebasa fronteras y circunscripciones jurisdiccionales. La manera de tender un puente un poco más firme para los anhelos de las personas migrantes será analizada este mismo mes en Nueva York. Del 17 al 20 de mayo, bajo el auspicio de la Asamblea General de Naciones Unidas, se celebrará el Foro de Examen de la Migración Internacional (FEMI) 2022. En este foro líderes de todo el mundo revisarán los avances de los Estados respecto a la puesta en práctica de los diez principios y de los 23 objetivos del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular (PMM), adoptados en diciembre de 2018 en Marrakech, así como los retos más apremiantes en la agenda migratoria.

En un contexto regional atenazado por la violencia y la desigualdad, como evidenció más aún la covid-19, tenemos la oportunidad de analizar brechas y retos presentes en materia migratoria para una coordinación estratégica en las medidas para su atención. Estamos ante un hito histórico, una oportunidad inédita de revisar cómo se materializan los compromisos adquiridos en el tema migratorio, así como identificar las áreas que requieren de mayores esfuerzos para lograr una migración segura, ordenada, regular y beneficiosa en todas las latitudes del planeta desde un enfoque fundamentado en la responsabilidad compartida.

Desde la Red de las Naciones Unidas para la Migración en México, compuesta por 14 agencias de las Naciones Unidas, hemos llevado a cabo intercambios con representantes de la sociedad civil y otras partes interesadas. Como resultado de ello, destaca la demanda por una respuesta humanitaria integral en estrecho apego a los principios del Pacto Mundial para la Migración.

También se ha discutido el posicionamiento regional ante el Foro de Examen en la Conferencia Regional sobre Migración (CRM), que lanzó una Declaración extraordinaria ante el FEMI instando a adoptar un “enfoque de responsabilidad compartida” ante la migración para “fortalecer la cooperación internacional, optimizar los beneficios de la migración y contribuir a mejorar la vida de las personas migrantes, sus familias y las comunidades de los países de origen, tránsito, destino y retorno”.

Más muros y la militarización de las fronteras podrían propiciar más migración irregular en grandes grupos, bajo condiciones de alto riesgo e inseguridad. De ahí que sea necesaria una visión regional amplia que apueste por el multilateralismo y mayor ambición vinculada al Pacto Mundial para la Migración. Solo así entenderemos que las personas migrantes son agentes de cambio positivo y que la migración es vital para el desarrollo sostenible, para la prosperidad, el bienestar y la vida digna de quienes habitamos la región.

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