Un pesquero con cerca de 500 migrantes, que había lanzado la alarma este lunes al tener problemas en el motor y estar sin agua y comida en el Mediterráneo central, llegó hoy al puerto de Pozzallo, en Sicilia (sur de Italia), escoltado por barcos de la Guardia de Finanzas y Capitanía de Puerto.

El servicio Alarm Phone, que atiende las llamadas de auxilio de las barcazas de migrantes en el Mediterráneo central, había lanzado anoche la alarma de la existencia de ese barco de cerca 30 metros de eslora y donde se hacinaban más de 500 personas.

A bordo del pesquero se han podido visualizar a militares que se están ocupando de atracar al barco en este puerto siciliano.

El alcalde de Pozzallo, Roberto Ammatuna, explicó a los medios que la “operación de acogida está preparada” pero señaló que con el buen tiempo llegarán muchos más barcos y que es “inevitable la presencia en el Mediterráneo de una fuerza militar europea para salvar miles de vidas humanas y de esto no se pueden solo hacer cargo las ONG”.

Mientras la organización Médicos sin Fronteras (MSF) denunció también este lunes que las 470 personas rescatadas por su barco, el Geo Barents, en el Mediterráneo central siguen esperando, algunas de ellas más de una semana, un puerto seguro para desembarcar, a pesar de las seis peticiones que se han enviado a las autoridades italianas.

Algunas fuentes informan de que se autorizará a desembarcar hoy en Augusta, en Sicilia, a los 145 migrantes a bordo del barco de la ONG Sea Watch, que fueron rescatados algunos de ellos hace más de diez días y entre los que se encuentran 44 menores, de los que 37 no van acompañados.

Además de los rescates de las ONG, también la Guardia Costera italiana ha realizado algunas operaciones de salvamento de migrantes en los pasados días por lo que en la isla de Lampedusa, la más al sur de Italia, hay cerca de un millar de personas en el centro de acogida, que puede albergar solo 200.

Un total de 14.764 migrantes han llegado a las costas de Italia en lo que va de año, frente a los 13.168 que lo habían hecho en el mismo periodo del año anterior, según el Ministerio italiano del Interior.